JEP protege cementerio de Cúcuta tras alerta por traslado de “cuerpos en bolsas”
En la decisión conocida por La W, se menciona que entre los restos no identificados se encontrarían los de víctimas de falsos positivos. Peticionarios estiman más de 400 víctimas.
La W conoció en primicia que la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decretó medidas cautelares de protección por seis meses sobre el Cementerio Central de Cúcuta (Norte de Santander) por el riesgo de manipulación y desaparición de restos de posibles víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado.
Entre quienes fueron inhumados sin identificación en el camposanto, se encontrarían víctimas de ejecuciones extrajudiciales llamadas “falsos positivos”.
La determinación se finiquitó tras la solicitud elevada por Aura Rita Navas, Consejera de Paz y Reconciliación de Norte de Santander, quien denunció junto a otras personas (sobre quienes se protege su identidad) que entre el 10 de octubre y el 13 de octubre de este año por orden de la Secretaría de Gobierno de Cúcuta, fueron sacados en “bolsas negras” cuerpos de personas no identificadas, tras la caída de un muro.
“Como soporte de sus afirmaciones, adjuntó dos (2) fotografías donde se observa un número importante de bolsas negras esparcidas en el suelo del que sería el cementerio de Cúcuta, indicando que las bolsas corresponden a cuerpos retirados de las bóvedas”, se lee en la decisión del Tribunal de Paz.
De acuerdo con los magistrados, es urgente la adopción de las medidas cautelares provisionales al conocer por medio de diversas fuentes que en esa ocasión, como en otras, los cuerpos de personas no identificadas eran trasladados a fosas comunes y hasta enterrados varios restos en un solo lugar.
Por ello, ordenaron prohibir cualquier exhumación y reubicación de cuerpos no identificados ni reclamados en ese camposanto sin contar con orden judicial. Asimismo, se restringió la manipulación de restos no identificados que se encuentren en fosas comunes, salvo caídas de muros, donde deben avisar a la JEP previamente.
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Además, se restringieron nuevos entierros en los “pabellones” donde hay información de restos de personas no identificadas, por tanto, deben hacerse en otra zona del cementerio o en otro camposanto de la ciudad.
De acuerdo con estimaciones de víctimas e incluso del exalcalde Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo (quien busca aún ser aceptado en la JEP), en ese cementerio habrían sido inhumadas entre 400 y 500 personas no identificadas, varias de ellas víctimas de ejecuciones extrajudiciales (el camposanto tiene enterradas 877 personas con identidad no establecida).
Asimismo, en varios escritos señalaron que el antiguo secretario de gobierno de la capital nortesantandereana, Francisco Cuadros, tenía especial interés en realizar el traslado de los cuerpos “sin nombre”, lo cual fue desmentido por el funcionario indicando que solamente estaba acatando órdenes del Ministerio de Salud sobre liberar espacios para enterrar fallecidos por COVID-19.