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Planes alternativos para visitantes de Bogotá

Porque Monserrate no es el único atractivo turístico de la capital de Colombia, les dejamos un breve listado de cosas diferentes que todo viajero puede hacer al visitar la ciudad.

Basílica del Señor de Monserrate. Foto: Getty Images

Bogotá, como todas las grandes ciudades, tiene una vida propia que va evolucionando con el tiempo, creando diferentes atractivos al mismo tiempo que otros desaparecen. Un ejemplo del primero de estos es el Bogotá Graffiti Walking Tour, una iniciativa que reúne a cientos de turistas extranjeros cada semana para que conozcan las obras de los artistas callejeros.

El Bogota Graffiti Tour es gratuito pero funciona con base en propinas para los guías que generalmente rondan los 20 mil pesos por persona. El tour es dictado también en inglés y parte dos veces al día desde el parque de los periodistas en el centro de la ciudad. Para hacer parte del mismo basta visitar y hacer las reservas desde la página web de esta iniciativa.

Si es usted de aquellos que no se asusta fácilmente, también puede hacer parte de alguno de los tours de ultratumba que recorren lugares famosos por su pasado macabro, lleno de fantasmas y sórdidas historias, como el recorrido por la Candelaria que se realizará el próximo este de junio.

Según sus organizadores, los grupos caminan por las calles de la Candelaria para conocer las vidas y tragedias de los más tradicionales espantos que habitan nuestra capital. Si desea hacer parte de esta experiencia, puede completar un formato vía internet en este vínculo o visitar la página web de esta iniciativa.

Pero claro, si no es amante de lo macabro, también puede armar un plan que para muchos turistas extranjeros resulta un tanto exótico: pasear el domingo en la ciclovía. Aunque esta actividad dominguera ya se ha convertido en paisaje para los nativos de la ciudad, el amplio surtido de vendedores de jugos, artistas callejeros y talleres de reparación portátiles para bicicletas tiene un encanto macondiano para muchos extranjeros.

Si puede, vaya cerca a la zona del Virrey o la parte antigua de Usaquén para que de paso visite el tradicional mercado de las pulgas de esta parte de Bogotá. En esta misma parte de la ciudad se encuentra una de las mejores tiendas de café del país llamado Catación Pública.

Lo más interesante de Catación Pública no es sólo la inmensa variedad de café que exhiben en sus escaparates si no su laboratorio donde explican a sus visitantes los procesos detrás de la bebida nacional. Es más, tienen todos los métodos habidos y por haber para preparar el café, desde los tradicionales campesinos hasta los sofisticados métodos japoneses. El lugar, creado por un verdadero científico del café, se encuentra en una calle empinada de Usaquén (Calle 120 A # 3 A-47).

Si además el visitante tiene la fortuna de estar un viernes en la ciudad, a parte de rumbear, también puede visitar en forma gratuita el Jardín Botánico, donde conocerá algunas de las muchísimas especies que han dado fama al país como una reserva natural.

Claro está, también es obligatorio que lo lleve a Monserrate y al Museo de oro que se han convertido, y con justa razón, en emblemas de la capital colombiana.