J-Lo y Shakira, una inyección latina en el Superbowl
Kansas City y San Francisco se enfrentan hoy en la gran final de la Liga de fútbol americano.
Shakira y Jennifer López son dos voces privilegiadas que se abrieron un espacio en el mercado internacional y rompieron las barreras que todos los días enfrentan los latinos. Ahora llegan al Superbowl.
No es la primera vez que un latino se presenta en el show de medio tiempo del evento deportivo más importante de Estados Unidos, visto por millones de personas.
Gloria Estefan fue de las primeras celebridades invitadas a este show (1992 y 1999) ahora casi un evento tan popular como el propio partido de fútbol americano.
Enrique Iglesias y Christina Aguilera cantaron juntos en 2000, y el director venezolano Gustavo Dudamel participó en el espectáculo en 2016, pero el show de Shakira y J-Lo llega en tiempos de duras políticas contra los inmigrantes impulsadas por el gobierno de Donald Trump.
"Los latinos están pasando por un momento difícil en Estados Unidos y creo que es importante transmitir un mensaje de unidad y mostrar lo relevante que es la fuerza de la comunidad latina en este país", dijo Shakira en una rueda de prensa el jueves en Miami.
"Tendrá mucha energía, será muy entretenido... habrá momentos muy sentidos", señaló López. "Será muy Shakira y muy Jennifer".
Las grandes audiencias no les son ajenas. Ambas tuvieron giras mundiales recientemente, y si hablamos de eventos deportivos, Shakira es la única artista en participar musicalmente en tres mundiales consecutivos: 2006, 2010 y 2014, en el que también cantó J-Lo.
"Creo que J-Lo y yo estamos redefiniendo paradigmas sobre edad, raza, origen. En realidad no importa de dónde eres, qué edad tienes o de dónde vienes, lo que importa es el mensaje, lo que tienes que decir, ya sabes, y estamos aquí y tenemos muchas cosas que decir", dijo la colombiana de 42 años.
"La jefa"
Actriz, cantante, bailarina, productora musical, de cine y televisión, empresaria, a sus 50 años, López lo ha hecho todo y está "acostumbrada a ser la jefa".
Pero comenzó como muchas actrices latinas en Estados Unidos, recibiendo ofertas para roles de sirvienta.
López nació en el Bronx, en Nueva York en 1969, hija de un guardia de seguridad y una maestra de jardín de infancia, ambos de Puerto Rico.
Su salto a la fama fue con "Selena". Tenía 26 años y seleccionada entre más de 22.000 actrices, J-Lo rompió otra barrera: se convirtió en la primera actriz latina en ganar un millón de dólares en Hollywood, un salario, que considera "marcó un precedente" y labró un camino para otras intérpretes.
Y cuando ya tenía un nombre, sus agentes le insistían en que escogiera entre cantar o actuar, que hacer las dos cosas era imposible. No les hizo caso.
Ha vendido más de 10 millones de discos solo en Estados Unidos y llena casi todos sus conciertos, al tiempo que tiene más de 100 créditos de actuación.
Madre de gemelos, Maximilian y Emme, que tuvo Marc Anthony, de quien se separó en 2011, López asegura tener hoy por fin una "hermosa convergencia" de su carrera y su relación con la exestrella del béisbol Alex Rodríguez, dejando atrás los angustiosos años en que su vida amorosa era blanco de los tabloides cuando estaba con Ben Affleck.
"Momento más negro"
"Shakira" significa "agradecida" en árabe. Nació en el seno de una familia de clase media, de padre de ascendencia libanesa y madre colombiana, y desde niña mostró fascinación por el canto y el baile.
Su salto al estrellato llegó en 1995 con "Pies descalzos", que grabó cuando terminaba la secundaria y fue el primero de sus nueve discos de estudio.
Con 90 millones de álbumes vendidos, tres Grammys y 12 Grammys Latinos, y consagrada como un ícono internacional, Shakira celebra el momento dulce de la música latina en todo el mundo, muy distinto a cuando ella empezaba y sacaba sus principales éxitos con dos versiones, una inglesa y una española.
"Me tocó eso, me tocó enfrentarme a una industria muy cerrada, muy obtusa", explicó a la AFP en una entrevista reciente en Barcelona, donde reside con su pareja el futbolista Gerard Piqué y sus dos hijos.
Ahí recordó "el momento más negro" de su vida: cuando perdió la voz y se vio obligada a posponer siete meses su gira internacional "El Dorado" en 2017.
"Siempre pensé que algún día perdería muchas cosas, un día se pierde la juventud, un día se pierde la belleza, se pierden hasta los amigos, hay personas que vienen y van... Pero la voz jamás pensé que era algo que podía desaparecer".