Caitlyn Jenner se siente liberada tras haber contado todos sus secretos en su libro
Ahora que su autobiografía ha salido a la luz admite sentirse mejor que nunca tras haberse sincerado sobre su transición.
Aunque la publicación de su autobiografía 'The Secrets of My Life' haya podido generar algún que otro conflicto familiar, en especial con su exmujer Kris Jenner, Caitlyn Jenner no se arrepiente de haber encontrado en la escritura de sus memorias el alivio y la tranquilidad que tanto necesitaba, dado el beneficioso efecto que ha tenido para su autoestima relatar con detalle los sentimientos y dilemas que ha venido viviendo con su identidad de género desde que fuera un niño llamado Bruce.
"No tengo ningún otro secreto más en mi vida. Es un sentimiento maravilloso. El libro es sobre la lucha de mi vida. Cada persona tiene sus problemas. Cada uno tiene cosas con las que lidiar en su vida, y con lo que yo he lidiado en mi vida es con mi identidad como persona. Poder compartir mi viaje con otras personas... es genial", ha compartido en el programa de televisión Live! With Kelly.
Pese a que el mundo conoce a Caitlyn desde julio de 2015, cuando sorprendió a la opinión pública con una impactante portada en Vanity Fair en la que presentaba su cambio de género a sus 65 años de edad, el padre de Kylie y Kendall Jenner atravesó un largo proceso lleno de dudas e inquietudes hasta que tomó la decisión de mostrar al mundo su imagen como mujer.
"No estamos hablando de sexualidad, estamos hablando de quién eres y quién está en tu alma. Pasa por tu cabeza las 24 horas del día, los 365 días del año... crecí en los años 50 y los 60, en los que ni siquiera había un nombre para ello. No sabía lo que era. No sabía por qué. Me colaba en el armario de mi madre y mi hermana... y yo era muy pequeño, tenía como 9 o 10 años, me escapaba del apartamento, y como no tenía una peluca, me ponía un pañuelo alrededor del pelo para que no se viese que tenía el pelo largo. Hacía todas estas cosas y lo pasaba mal. Pero encontré los deportes. Y fue una gran oportunidad para demostrar mi masculinidad", ha narrado sobre una lucha interna que se remonta a su más tierna infancia.
Bruce Jenner se convirtió en un héroe nacional en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1975 al alzarse con la medalla de oro en la exigente prueba del decatlón, pero su aparente pasión por los deportes le servía fundamentalmente de tapadera para ocultar su frustración ante una etapa de confusión identitaria que en esa época debía reprimir a toda costa.
"Ahora miro atrás y muchas de las razones por las que estaba tan obsesionado con ganar y demostrar mi masculinidad era por mis problemas con el género. Fui un niño disléxico y sufrí una gran falta de confianza en mí mismo, y todas esas cosas jugaron un papel importante. Estaba todavía más decidido a superar a la siguiente persona. Iba a trabajar más que la siguiente persona, iba a entrenar más que la siguiente persona, iba a ser más inteligente. No sabía hasta dónde iba a llegar", ha explicado en el espacio televisivo.