<strong>Un grupo de investigadores abrió el viernes una antigua tumba en Florencia en busca de restos que puedan confirmar la identidad de la mujer cuya enigmática sonrisa inmortalizó Leonardo da Vinci en la Mona Lisa, una de las pinturas más famosas del mundo.<br> </strong> La pintura, que atrae a millones de visitantes cada año, es famosa por su misteriosa sonrisa. El <strong>Museo Louvre</strong> dice que probablemente se pintó entre 1503 y 1506. Un agujero circular se abrió en el suelo pétreo de la<strong> Basílica de la Santísima Anunciada</strong>, en Florencia, sobre la cripta familiar del mercader florentino de la seda <strong>Francesco del Giocondo</strong>, cuya esposa,<strong> Lisa Gherardini</strong>, se cree que posó para el maestro renacentista en el siglo XVI. Abundan las teorías sobre quién era la auténtica <strong>Mona Lisa</strong>, pero Silvano Vinceti, escritor e investigador que dirige el Comité Nacional italiano para la Promoción del <strong>Patrimonio Histórico y Cultural</strong>, tiene previsto hacer pruebas de ADN a los huesos en la húmeda cripta e intentar contrastarlos con los de las tres mujeres enterradas en un convento cercano. Vinceti cree que una de las tres podría ser <strong>Lisa Gherardini</strong>, cuyo nombre de casada, Gioconda, es usado en referencia a la Mona Lisa. Gherardini, quien se había convertido en una monja, murió en 1542. Se espera que algunos de los huesos hallados le pertenezcan a uno de los familiares de Gherardini, probablemente a su hijo, Piero. "Cuando encontremos una coincidencia entre madre e hijo, entonces habremos encontrado a la Mona Lisa", indicó Vincenti. El experto añadió que una vez que se realice el análisis del ADN, una imagen del rostro de Gherardini podrá ser hecho a partir de su cráneo y de lo que se puede ver en la pintura. <strong>¿Autorretrato?<br> </strong> A <strong>Leonardo da Vinci</strong> le tomó alrededor de 15 años completar el célebre cuadro. La obra fue adquirida por el<strong> rey Francisco I,</strong> quien gobernó Francia desde 1515 hasta 1547. La pintura fue exhibida de forma permanente en el museo Louvre en París al final del siglo XVIII. En 1911, la pieza fue robada por un exempleado quien creía que le pertenecía a Italia. El sujeto fue detenido por la policía dos años después y la Mona Lisa regresó sana y salva a Francia. Aunque su tamaño pequeño le puede sorprender a más de uno, ese cuadro es la principal atracción del museo francés. Una teoría popular, aunque muy poco probable, sugiere que se trataría de un autorretrato. Existen similitudes entre las características faciales de la Mona Lisa y el autorretrato que el artista pintó varios años después. Esa es la razón por la cual, dicen quienes creen en esta teoría, que la sonrisa es tan sutil.