Enfermedades cardiovasculares: próxima pandemia para sistemas de salud
Se trata de la primera causa de muertes en Colombia.
La pandemia del coronavirus ha dejado más de 64 millones de personas contagiadas en el mundo además de al menos 1.4 millones de muertes. No obstante, más allá de los casos que día a día se conocen en cientos de países, las consecuencias de ser positivo al COVID-19 han empeorado otras enfermedades que ya sufrían las personas.
Mucho se ha hablado del COVID-19, apenas normal por ser una enfermedad que se convirtió en pandemia y ha cambiado la vida del mundo por más de ocho meses. Ahora, las consecuencias le apuntan al aumento de muertes producto de enfermedades cardiovasculares, que actualmente representan la primera causa de muerte en Colombia.
De enero a julio de este atípico 2020, en Colombia se presentaron 14.662 muertes por encima del promedio en los últimos años, según cifras del DANE.
Es importante hacer énfasis en que dentro de las comorbilidades de los fallecidos por COVID-19 se encuentran las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, por lo que el contagio del coronavirus irremediablemente afectó el estado de salud de cientos de personas. Incluso, se estima que el 20% de los pacientes que estuvieron intubados por el virus quedarán con secuelas respiratorias y físicas, lo que termina agravando sus problemas cardiovasculares.
Por otro lado, la disminución en la atención de pacientes con enfermedades cardiovasculares ha sido otra de las consecuencias del COVID-19. En su mayoría, las personas han dejado de asistir a las consultas médicas usuales por miedo al contagio de coronavirus, lo que irremediablemente ha llevado a un aumento en términos crónicos como la insuficiencia cardiaca.
La Sociedad Colombiana de Cardiología, la Asociación Colombiana de Medicina Interna y la Fundación ACHPACO unieron fuerzas para hacer visible la situación que enfrentan los pacientes con problemas cardiovasculares en el país, sobre todo por no asistir a las consultas médicas durante la pandemia.
Expertos consideran que la situación actual en enfermedades cardiovasculares representará una carga especialmente importante para el sistema de salud en los próximos meses.
“Antes de la pandemia atendía mensualmente 220 consultas por insuficiencia cardíaca, hoy en día solo se atienden entre 80 y 100 consultas mensuales. En pisos hospitalizados en la actualidad se disminuyó la atención a estos pacientes en un 40%, ya que debemos dedicarnos a la atención de personas con COVID-19”, señaló el doctor Fernán Mendoza, presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología.
Las enfermedades cardiovasculares se han convertido entonces en un problema silencioso y no es un secreto que las personas con estas patologías, como hipertensión arterial, son más propensas al COVID-19.
“El 80% de las personas infectadas por COVID-19 son asintomáticos o tienen una infección leve; el 15% ameritan oxígeno y un 5% ingreso a las unidades de cuidados intensivos. Ese 20%, principalmente los que necesitaron intubación, van a quedar con secuelas respiratorias, físicas y empeoramiento de sus problemas cardiovasculares”, explicó el presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología.
Aunque en este momento el servicio de urgencias volvió a congestionarse con patologías médicas cardiovasculares, no cardiovasculares y procedimientos quirúrgicos, las estadísticas no corresponden a la realidad, ya que los pacientes están asistiendo con descompensaciones más severas. Los reingresos hospitalarios, especialmente en enfermedades como la insuficiencia cardíaca, impactan de manera desfavorable al sistema de salud, disminuyendo en gran medida la expectativa de vida de los pacientes.