‘Paseo de olla’ en Santa Marta demostró la indisciplina social en la nueva normalidad
Irrespetando las medidas de bioseguridad y las normas vigentes, en el corregimiento de Bonda los bañistas hicieron de las suyas desafiando al virus.
Decenas de bañistas se olvidaron del virus y sin conservar las medidas de bioseguridad ocuparon uno de los sitios más frecuentados por los turistas en la zona rural de Santa Marta, el río Bonda, a pesar de que este y todos los balnearios están cerrados hasta el próximo 18 de septiembre.
La indisciplina generó rechazos desde diferentes sectores de la población del corregimiento que lleva el mismo nombre del afluente. Los líderes aseguran que esta invasión además de incrementar la contaminación en la zona, también los expone a contagios de coronavirus, pues, las personas que violaron las normas vigentes eran del área urbana de la ciudad.
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“Yo calculo que podían haber más de 800 personas causando desórdenes, irrespetando el distanciamiento social, incumpliendo con el aforo de los vehículos de servicio público y ante esto las autoridades de Policía no hicieron nada. Aquí tenemos poco pie de fuerza. Tememos que la gente que subió ayer nos haya dejado contaminados”, dijo Eduardo Cadavid.
De acuerdo con el miembro de la Junta de Acción Comunal, la escena de este domingo deja mucho que desear con relación al día de la reapertura oficial. Pero existe algo que más le preocupa a Cadavid, es la venta de estupefaciente en la parte alta del balneario.
Por otro lado, el líder aseguró que “era la una de la tarde y todavía la gente llegaba como si nada al río, se trataba de un paseo en cualquier circunstancias menos en plena pandemia”.
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En el articulado del Decreto distrital 234 se establece que se dispondrá el uso de las fuentes hídricas tales como ríos, quebradas, cascadas, entre otras fuentes de agua, en los horarios comprendidos entre las 9:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde, realizando labores de limpieza y desinfección durante 2 horas.
La normativa regirá para los balnearios que previamente hayan sido inscritos y valorados por la Alcaldía Distrital, donde los protocolos de bioseguridad garanticen que no existirán riesgos de proliferación del virus.