Pasaron ocho años de un estudio y no hay solución a las grietas de la Basílica de Socorro
Desde el 2012 se hizo un estudio de las grietas del patrimonio colombiano y en el 2020 se debe hacer una actualización del mismo .
La Basílica de El Socorro es una de las más importantes de Santander, un patrimonio que estaría a punto de caerse, luego de que le salieran unas grietas desde hace varios años.
En el 2012 la Iglesia Católica y la Gobernación de Santander invirtieron en un estudio de las fisuras, sin embargo, al día de hoy no se conocen los resultados o avance.
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La W consultó con el director de patrimonio del Ministerio de cultura, Alberto Escobar, quien relató que se cotizó una actualización del estudio de las grietas de este templo, lo cual equivale a 450 millones de pesos, inversión que será distribuida entre el Ministerio y la Diócesis.
Escobar relató que este patrimonio de Colombia es responsabilidad de la Iglesia Católica y quien debe encargarse de la remodelación es la Diócesis.
“En el 2012 el Ministerio quiso ayudar y contrató un estudio estructural y un proyecto de intervención, en acuerdo que se llegó era que la nación hacía ese estudio y la Gobernación e iglesia harían los trabajos de restauración, se hizo el estudio, no paso absolutamente nada. En el 2019 se revive la situación que tiene la iglesia, se buscó la forma de actualizar el estudio , tenemos 300 millones de pesos que damos para la actualización y 150 los da la diócesis, la pandemia nos frenó, esperamos que todo se active en el 2021”.
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Por otro lado, el padre Daniel Carreño, de la Basílica de El Socorro, lanzó un SOS a las autoridades competentes para que salven este inmueble.
"Faltan 600 millones de pesos para terminar el estudio, no se han terminado, está incompleto, fuimos apreguntar qué pasará y estamos esperando un oficio para completar este estudio, si patrimonio no colabora, eso nunca se hará por los costos".
Mientras tanto, este templo continúa con grietas y fisuras que ponen en peligro el patrimonio y a la comunidad que asista a la basílica, luego de que se activen las misas presenciales.
El Monseñor Jose Antonio Arenas, de la parroquia de Barichara, explicó que el templo es un amenaza por la precaria situación de la infraestructura.
Enfatizó que el estudio que inició en el 2012 no tuvo avance, porque en ese entonces las grietas no eran de mayor importancia.