Lo que piensan en Tunja de propuesta de Ramírez sobre reactivación del sector informal
Los vendedores dicen que requieren capacitación para convivir con la COVID-19, mientras el alcalde Alejandro Fúneme afirma que se está haciendo caracterización para censarlos.
Eliécer Sánchez, presidente de la Cooperativa de vendedores informales de Tunja, dice que es fundamental la entrega de elementos de bioseguridad y capacitaciones para poder convivir con el COVID-19 tras la propuesta de la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, de reactivar las actividades de las ventas ambulantes.
"Si el Estado nos garantiza a nosotros todos los implementos de bioseguridad. (...) Que se nos brinde una capacitación para poder vivir con el coronavirus, porque seremos los próximos en llegar a la tumba", dice Eliécer Sánchez al informar que su cooperativa agremia 163 trabajadores informales. Sin embargo, en Tunja pueden haber más de 1000.
Reconoce, los vendedores ambulantes se enfrentan a un problema como la falta de ingresos para sustentar a sus familias, mientras se acumula pobreza por deudas de servicios públicos, mercados en las tiendas y préstamos.
"Si nos estamos en la casa nos vamos a morir de hambre. Si yo veo a mi hijo llorando de hambre, yo prefiero salir a trabajar", dice Sánchez.
Por su parte, el alcalde de Tunja, Alejandro Fúneme, quien desde el pasado cuatro de junio hizo la solicitud de Tunja como ciudad piloto para reactivar el comercio informal y de transporte intermunicipal, destacó la propuesta de Ramírez.
El mandatario municipal reconoció que Tunja cuenta con un 48% de la población que está en torno a la informalidad y la dinámica de apoyo humanitario al sector está siendo insuficiente “ante la necesidad y el volumen de las familias, por eso compartimos la posición la señora vicepresidenta".
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Según Fúneme, la propuesta que le planteó a Gobierno Nacional viene acompañada en la organización de la informalidad, distribución de espacios, garantía de elementos de protección personal, lavamanos en espacios públicos y sitios de disposición final de los elementos de protección personal, así como capacitación de la informalidad.
"Tenemos claro que ese sector debe ser atendido con urgencia por las limitantes y necesidades que están padeciendo, en tanto podamos garantizarles de manera coordinada la progresión de la activación”, dijo.
Fúneme dijo que se está adelantando un proceso de caracterización de conformación y organización de los integrantes de los informales para tener un censo completo que servirá, además, como herramienta de posibles contactos para establecer un cerco epidemiológico rápido y certero, en la medida que se presenten eventualidades.
"La idea es que nosotros construyamos el protocolo de manera conjunta no dejarlos solos, sino acompañarlos en la supervisión de la reactivación del sector", explicó
Reconoció que se deben hacer ajustes para esa reactivación porque la ciudad no está lista. “Yo creo que sería muy atrevido decirlo por la misma razón que no estábamos listos para esta pandemia. (…) La idea es hacerlo de manera progresiva y organizada”.