La tortuga carey encontró su Rincón del Mar

Sucre tiene un rincón de playas hermoso y biodiverso. Se trata de Rincón del Mar, un corregimiento del municipio de San Onofre, con incipiente pero numeroso turismo, y al mismo tiempo un refugio para uno de los animales más amenazados del planeta: la tortuga carey.

Históricamente esta especie desovaba en estas playas, pero la acción del hombre la terminó empujando a una zona improbable y, encima, golpeada por las basuras: el manglar de Punta Gorda.

En medio de un manglar atestado de basuras debido al golpe incesante del mar cargado de residuos, se da el milagro de la vida. Las pocas tortugas carey que quedan en la zona vienen desovando desde el año pasado, con el auspicio de un grupo de pescadores de la zona agrupados en una asociación, y que tras una extraña casualidad decidieron cambiar una costumbre arraigada: cazar y comer tortugas, por la conservación de esta especie que está a punto de desaparecer.

La travesía El Caribe Respira, de La W y Coca Cola, con el apoyo de la Armada Nacional, la Fuerza Naval del Caribe y Acoplásticos, llegó a Rincón del Mar justo la noche después de que una tortuga desovara unos 200 huevos en Punta Gorda.

foto (Augusto Puello)

Un pescador alertó a Arnold Díaz, el director de la Asociación de Mangleros, quien de inmediato se trasladó al lugar y constató la maravilla. "Desde el año pasado diseñamos un sistema artesanal para proteger los nidos de los depredadores. Con los recursos de cada uno de nosotros, construimos el nido y lo cuidamos en la medida de nuestras posibilidades para que todo el proceso se cumpla normalmente", dice.

Cada 4 noches los pescadores de la asociación se turnan para vigilar el lugar, ya que es sabido que la tortuga desova tres veces. Hacen monitoreo de la zona en búsqueda de más nidos.

Los buzos de la travesía El Caribe Respira y los cadetes de la Escuela Naval Almirante Padilla, nos sumamos a la causa y limpiamos el nido de la tortuga. En total se sacaron 4 sacos repletos de desechos y material plástico enredado en los manglares, además, tuvimos la fortuna de encontrar el segundo nido de la tortuga, que también se encerró adecuadamente.

Arnold, en su compromiso inagotable por la conservación de la tortuga, imparte talleres en la población y busca sumar más pescadores a que presencien el milagro de la vida y cambien su proceder ante estos maravillosos animales. "Cuando hay estos nidos, procuro traer a la gente del pueblo a que los vean, a que entiendan que la que está en juego es nuestra vida. La extinción no va a ser la de la tortuga ni la de otros animales, va a ser la especie humana la que se va extinguir si no toma conciencia de todo lo que está pasando", sentencia.

foto (Augusto Puello)

El año anterior, se encontraron 6 nidos en esa zona. En total nacieron 557 tortugas que con la ayuda de los pescadores del lugar lograron llegar al mar. "Este trabajo ha logrado que unos cuantos depredadores cambien su modo de ver y cuiden la tortuga. Esa es la clave, la educación. La gente necesita educarse en torno a estos temas, la miseria del mundo se acaba cuando eduquen al hombre", señala.

Estos dos nidos, hasta ahora, de más de 250 huevos, posiblemente vean nacer nuevas tortugas carey en la segunda o tercera semana de octubre. Afrovismar, como se hacen llamar Arnold y los guardianes de la naturaleza de Rincón del Mar, esperan con ansias la fecha e incluso, están invitando al país a verlas nacer. "Ojalá todo el país se vuelque a la conservación de este animal, pedimos también que nos apoyen, ya que no es fácil estando solos procurar cuidar estos nidos, todos unidos podemos remar para salvar esta especie", dice.