Jefe de cultura del Magdalena denuncia exclusión en evento con la vicepresidenta
La funcionaria precisó que no le permitieron leer el mensaje que enviaba el gobernador Caicedo.
En registros fotográficos se observa a la funcionaria entre los congresistas. Foto: Vicepresidencia de la República
La Jefe de la Oficina de Cultura de la Gobernación del Magdalena, Diana Viveros, dio a conocer que en medio del acto conmemorativo de los 200 años de la 'Batalla de Ciénaga', en el cual participaban la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y el viceministro de Fomento Regional y Patrimonio del Ministerio de Cultura, José Argote, el equipo de protocolo la excluyó de las intervenciones, además que de manera "abrupta e inconsulta" la delegación del gobierno departamental fue retirada del evento.
La funcionaria agregó que ella estaba en representación del gobernador, Carlos Caicedo, quien en la noche anterior había confirmado su asistencia a la ceremonia a través Viveros.
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Según, el mandatario departamental había enviado un discurso, teniendo en cuenta la importancia de la fecha, el cual no pudo ser pronunciado en la emblemática Plaza del Centenario del municipio de Ciénaga.
La jefe de cultura agregó que desconoce la actitud asumida en plena ceremonia donde también asistieron historiadores de la región, autoridades eclesiásticas, miembros de las Fuerzas Militares y parte de la bancada de congresistas del departamento.
Personal cercano a la organización del evento indicó que, “este fue un acto organizado desde el principio por la Vicepresidencia en el cual fue acogida la funcionaria, que pretendía sentarse en la silla del gobernador preparada solo para autoridades. El protocolo no permitía que ella hablara en nombre de quien la envió y es falso que fue sacada de manera abrupta”.
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Por su parte, fuentes de la Vicepresidencia le aseguraron a la W que el gobernador fue invitado al evento pero no confirmó su asistencia.
Y explicaron que dada su inasistencia a la ceremonia presencial, fue excluida su intervención del orden del día y su silla fue retirada.
Como un gesto de solidaridad con Viveros varios miembros del gabinete de la Alcaldía de Santa Marta y la Gobernación del Magdalena mostraron su rechazo ante lo ocurrido.