Gasoducto recorre por tierras de campesinos en Samacá, pero no tienen servicio de gas
Desde hace varios años los candidatos a la alcaldía de ese municipio les prometen el servicio, pero llegan al poder y no les cumplen.
W recorrió el sector de Tibaquirá, conocido como el valle del municipio de Samacá en Boyacá, allí se observa a los campesinos trabajando en sus parcelas, revisando sus cultivos de papa, trigo, maíz, cebolla, cebada, otros ordeñando sus vacas y los niños caminando hacía el colegio, pero también se ven señalizaciones de advertencia por la instalación de tubos de gasoducto, oleoducto y poliducto.
Lo que llama la atención a los habitantes es que después de largos años, en sus viviendas no cuenten con el servicio de gas natural, pues se han tenido que resignar a cocinar a la vieja costumbre con leña y carbón, práctica que les ha generado enfermedades pulmonares a gran parte de la comunidad.
Doña Ignacia Vanegas, desde la puerta de su casa puede ver todos los avisos de advertencia de las empresas que instalaron los tubos, para evitar excavaciones. “Nos convertimos en los vigilantes de esos tubos, pero ninguno de nosotros tiene instalado el servicio”.
“Más o menos 15 años que estamos exigiendo que nos colaboren con el gas natural, pero no hemos sido escuchados, Nos vemos obligados a cocinar con leña y carbón. Tenemos personas bronquiales”, explica la señora Vanegas.
Don Marco Antonio Rodríguez, dice que en época de elecciones los políticos les prometen la instalación de la red de servicio, pero cuando llegan a los cargos públicos "se olvidan de todo".
Por su parte, Joaquín Gil, propietario de varios predios, dice "aquí solo nos quedamos con los letreros y el perjuicio que nos han hecho con la instalación de esos tubos".
Así mismo los habitantes, solicitaron al nuevo alcalde de Samacá, Luis Alberto Aponte, hacer gestiones para que en su cuatrienio el servicio por fin llegue a la zona.
“A esto le ha faltado gestión y lo que necesitamos es que nuevo alcalde la haga, porque ya no aguantamos tantos enfermos de los pulmones, aquí nos toca cocinar con prácticas muy arcaicas”, dice Miriam Parra habitante de la zona.