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Especial: Cauca, niños en medio de la guerra

Las condiciones sociales, el abandono, la falta de colegios y vías de acceso hacen que un buen número de niños termine reproduciendo los roles de los sitios donde habitan.

El contexto en el que habitan los niños y niñas en zonas apartadas del departamento sigue siendo una amenaza latente . Foto: W Radio

"Cauca, niños en medio de la guerra", es un documental sonoro con tres episodios que hace visibles varios escenarios relacionados con el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en el departamento, una de las regiones más afectadas por este flagelo en el país.

Las piezas recopilan historias de maestros que han enfrentado múltiples riesgos para llegar a sitios recónditos a educar a los estudiantes; adolescentes que han sido invitados a hacer parte de los grupos armados y personas que con sus esfuerzos buscan “arrebatarle” los niños a los escenarios de guerra. 

Las condiciones sociales, el abandono, la falta de colegios y vías de acceso hacen que un buen número de niños termine reproduciendo los roles de los sitios donde habitan: alimentar la cadena del narcotráfico o ingresar a los grupos armados.

Capítulo 1: Niños sin oportunidades, ‘carne de cañón’ de los grupos armados

El municipio de El Tambo, en el occidente del Cauca, es el mayor productor de chontaduro de Colombia, y uno de mejores exportadores de café. En contraste, es la región con más plantaciones de hoja de coca y según las autoridades, existen más de 7.500 hectáreas en la actualidad.

Las condiciones geográficas y el histórico abandono del Estado, imponen retos a los niños que deciden estudiar. Muchos de ellos, optan por aceptar las invitaciones de grupos armados, porque los beneficios, aseguran, son más.

Los profesores, que deben hacer grandes esfuerzos para llegar a los sectores más recónditos, libran una verdadera batalla para evitar que los menores vayan a la guerra.

“Sus pobladores, entre ellos mis estudiantes, no cuentan con ningún servicio público, no hay agua potable, alcantarillado, relleno sanitario, puesto de salud, señal telefónica, internet, o instituciones que nos ayuden en el proceso educativo, y menos instituciones que garanticen y respalden los derechos de niños y niñas que son los más vulnerables de esta zona”.

Esta es la voz de una de las docentes, que cada semana recorre casi 7 horas desde Popayán, dos de ellas a pie por un camino de herradura, para llegar a su lugar de trabajo.

“La economía del lugar gira entorno a los cultivos de uso ilícito y el fuerte control territorial de grupos armados al margen de la ley, en este caso las guerrillas Farc o ELN, quienes son las únicas autoridades, reconocidas y avaladas por la comunidad”.

En varias de las instituciones, la educación solo alcanza hasta el grado noveno, y los menores reproducen las actividades que encuentran a su alrededor.

“Podríamos evidenciar que son raspachines, arrieros, jornaleros, ayudantes de laboratorios de coca, cocineras, meseras, tenderas o engrosando las filas de las guerrillas”.

Según los maestros, en zonas como esta, en promedio cada año salen de cuatro a seis estudiantes, pero solo uno, en el mejor de los casos, puede continuar su proceso educativo en los grados décimo y 11.

La falta de oportunidades para los niños, niñas y adolescentes, es una amenaza y un contexto aprovechado por las estructuras armadas. Los propios docentes, asumen los riesgos de proteger a los menores.

“En horas de descanso, durante la jornada académica, siempre están, los hombres armados y también mujeres, que hacen parte de la guerrilla, en la parte de afuera, entonces nos toca estar cuidándolos para evitar se acerquen a hablar con ellos”.

Capítulo 2: La lucha de los maestros para evitar que los niños vayan a la guerra

Aunque la situación por la presencia de grupos armados ilegales genera dificultades en los entornos escolares, en zonas como Tierradentro, en el oriente del Cauca, han trabajado profesores que idearon diferentes estrategias para arrebatarles los niños a la guerra.

Un docente procedente de la Costa de Colombia, ideó una escuela de Taekwondo, a la que invitó a participar a los niños, niñas y adolescentes de la zona.

El trabajo disciplinado y constante, dio frutos, tanto, que sus estudiantes asistieron a torneos nacionales.

Los jóvenes reconocen el riesgo de habitar en medio del conflicto, pero agradecen este tipo de oportunidades.

Las menores tampoco se salvan de las pretensiones de los grupos armados.

Algunos maestros, además de su cátedra, optan por convertirse en amigos y consejeros de los estudiantes, quienes confiesan abiertamente ser invitados a enfilarse en las estructuras armadas.

El año pasado, el alcalde de Páez, Duván Velasco, hizo una dura revelación: en su municipio, más de 35 menores fueron reclutados por las disidencias de las Farc, estructura Dagoberto Ramos Ortiz.

Las autoridades indígenas también diseñan sus métodos para prevenir el reclutamiento en sus territorios.

Aunque los contextos son complejos por las acciones violentas, hay esperanza en profesores como estos, que arriesgan sus vidas para frustrar los planes de los grupos armados.

Capítulo 3: Grupos armados al acecho: dura radiografía del reclutamiento forzado en Cauca
 

En el sur del departamento del Cauca diferentes grupos armados, entre estos, disidencias de las Farc y el ELN, se disputan los corredores del narcotráfico, y permanentemente reclutan menores de edad.

En abril de 2020, ocho presuntos integrantes de la estructura Carlos Patiño, disidencia de las Farc murieron en una confusa emboscada en la vereda El Encanto, corregimiento de Sinaí, Argelia. Una adolescente de 14 años y otro menor de 17 murieron en medio de este hecho.

"Duele porque era una niña de 14 años la que cayó allí, entonces dicen sí, fueron guerrilleros no más. Los papás son muy pobres, incluso nos tocó hacer una colecta para contactar una funeraria". 

Esta es la voz de una familiar de Yina Fernanda Gómez Mosquera, la menor de 14 años que murió en dicha emboscada, y que fue reclutada en la vereda Las Brisas, municipio de El Patía.

"Ella no estudiaba porque los papás son muy pobres, no habían tenido la manera de darles estudio, siempre se sabe que así el estudio sea gratis, uno necesita recursos para comprarles los cuadernos y los uniformes". 

Era la quinta de siete hermanos y las difíciles condiciones le impidieron estudiar. El grupo armado aprovechó las circunstancias y se la llevó; a los tres meses murió en la guerra.

"Una situación donde mandan personas, grupos armados, uno no puede ponerse a decir, vea dónde denuncio, se me llevaron mi hija, después tienen que irse, o si no los matan". 

Justamente en El Patía, encontramos a don Lorenzo Solarte, un hombre que, a pesar de su discapacidad visual, implementó una escuela de música autóctona, para que los niños aprovechen su tiempo libre y no terminen en los grupos armados, como le pasó a Yina Fernanda.

"Hay niños que vienen de la cordillera, donde era el centro de la subversión. Los niños vienen a aprender a tocar violín". 

El reclutamiento de menores en Cauca es un problema mayúsculo y para líderes como Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, no ha habido acción suficiente del Gobierno para afrontarlo.

"Con las disidencias ha habido reclutamiento que hemos denunciado públicamente, para nadie es un secreto, el mismo Estado es conocedor, luego nos preguntan a nosotros, si tienen toda la capacidad de realizar estas investigaciones". 

Joe Sauca, líder indígena y defensor de derechos humanos, reveló que los grupos armados reclutan niños, niñas y adolescentes para diferentes fines.

"Están perfilando menores entre los 14, hasta los 21 años, en algunos casos ofrecen salarios a los jóvenes, a los adolescentes para que se vayan a las filas armadas". 

El secretario de Educación, Jorge Octavio Guzmán, expresó su preocupación por las permanentes alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo respecto a los riesgos que corren los menores y la deserción escolar, de quienes abandonan las aulas, para empuñar un arma.

"Se ha incrementado el número de menores que han sido objeto de reclutamiento por estos grupos al margen de la ley, y nosotros le pedimos al Gobierno, al Ministerio de Educación que se hacía necesario generar recursos (...)". 

Recientemente, el Gobierno Nacional denunció que, en los últimos tres años, más de 280 niños han sido reclutados por grupos armados en el país. Cauca, sigue siendo una de las regiones más afectadas por este flagelo, pues el reporte lo ubica en el segundo lugar con 41 casos, después del departamento de Antioquia, que registró 70.