Cuestionan protocolos de COVID-19 a una mujer fallecida en hospital de Chiquinquirá
En la mañana del 17 de junio la paciente tenía una temperatura de 36 grados, pero en la noche murió. El hospital activó el protocolo y la sepultó sin presencia de su familia.
La familia Benítez Ortiz, no sale del asombro, el horror y el dolor de perder a Olga Lucía, que murió el pasado 17 de junio en el hospital regional de Chiquinquirá. Dicen no tener claridad de las causas de su fallecimiento, pero además de ser sepultada en el norte de la capital mariana de Colombia sin la presencia de ningún ser querido.
Cuenta el concejal de San Pablo de Borbur, Jairo Páez, su cuñada desde hace años presentaba dificultades respiratorias o pulmonares. “Cualquier humo o polvillo le hacía daño”.
Sin embargo, ese 17 de junio su hermano, salió, con doña Olga Lucía que registró quebrantos de salud, de la vereda San Martín en San Pablo de Borbur. Según Jairo, se le practicó, en un puesto de control, toma de temperatura a la mujer que dio 36 grados y llegando a Chiquinquirá dio el mismo resultado, sin embargo, en la noche de ese mismo día se agravó y murió en el hospital regional de Chiquinquirá.
“A eso de las 11 de la noche fallece en el Hospital Regional de Chiquinquirá. (…) El médico intentó reanimarla, pero no respondió. La decisión de la vida la toma Dios”, explica el cabildante.
Sin embargo, la familia rechazó el protocolo adelantado por el hospital regional de Chiquinquirá con su ser querido por varios factores, el primero, según Páez, no averiguaran la historia clínica de Olga, segundo el municipio de San Pablo de Borbur a la fecha no cuenta con un solo caso de COVID-19 y tercero sepultarán a la víctima sin presencia de ninguno de sus seres queridos.
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“Mi intención no es acusar a nadie. No nos parece el protocolo que se practicó, porque ella muere a las 11 de la noche y a eso de la una de la mañana le dijeron a mi hermano que la iban a enterrar, entre las 5 y 6 de la mañana del 18 de junio fue sepultada en el cementerio del norte de Chiquinquirá, él (hermano) intentó ingresar para poder sepultar a su esposa y no se le permitió”, narra.
Cuestionan que si la señora la víctima presentará síntomas de COVID-19, prácticamente todos sus familiares tendrían que tener la enfermedad. “Ninguno hemos presentado ese síntoma y estuvimos compartiendo con ella toda la cuarentena, aquí en la finca”.
“Es muy doloroso para un padre llegar a su casa, y decirle a sus hijos: perdóneme porque no les pude traer a su mamá ni viva ni muerta, eso nos desgarró el alma”, dice.
Los familiares están a la espera de una respuesta de la Secretaría de Salud y del hospital Regional de Chiquinquirá. “Nosotros no estamos diciendo que los médicos sean asesinos, pero si pedimos trasparencia”.
Es de recordar que en Boyacá a la fecha se han registrado 289 casos confirmados de coronavirus, 167 pacientes recuperados y 12 fallecidos.