Critican descontrol de propios y turistas en playas y rumbas clandestinas en Cartagena
En La Boquilla y Playa Blanca se vieron grandes aglomeraciones de bañistas sin ningún control por parte de las autoridades. Siete locales fueron cerrados por fiestas clandestinas.
Las redes sociales han sido el escenario de las críticas que le han llovido al gobierno Distrital de Cartagena por lo que muchos consideran una falta de control a la afluencia de propios y turistas a las playas y a las llamadas rumbas clandestinas, que este fin de semana con puente festivo se vieron en toda la ciudad y que son vistas como un escenario de contagio de COVID-19.
En lo que tiene que ver con el descontrol en las playas, las zonas en las que se vieron más bañistas, muchos de ellos sin protocolos de bioseguridad fueron La Boquilla, Bocagrande y Playa Blanca. Las imágenes de estos lugares muestran a cientos de bañistas, varios de ellos con sus carros en la orilla del mar, en el caso de La Boquilla.
De Playa Blanca, donde las autoridades habían anunciado que habría un control estricto y que se debía hacer reserva para visitar ese balneario, se ven fotografías que también evidencia que se sobrepasó el número de bañista habilitados para ese lugar.
Ante las críticas y en un balance de los controles de este puente festivo, la Secretaría del Interior detalló que 435 vehículos fueron devueltos de Playa Blanca, con lo que se evitó que 10.045 personas llegar al lugar sin haber hecho reservas para ello.
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16 rumbas clandestinas
El otro fenómeno que abundó en la capital de Bolívar este fin de semana, como si no hubiera una pandemia, fueron las rumbas clandestinas. Las quejas de estos eventos llegaron mayoritariamente desde La Boquilla, Bocagrande y algunas casonas del Centro Histórico, sin embargo, también las hubo en la zona sur de la ciudad.
Aunque en La Boquilla varios líderes sociales señalaron que desde la administración les dieron permiso a algunas de estas fiestas, el secretario del Interior, David Múnera señaló que no hubo permiso para ninguno de estos eventos.
“No existen permisos y, por consiguiente, la Policía Nacional debe proceder de manera inmediata a suspender las actividades en estos establecimientos, porque están funcionando sin los respectivos documentos”, señaló el funcionario.
Reportes de la entidad que dirige Múnera y de al Policía dan cuenta de que en todo el puente hubo en Cartagena 16 fiestas clandestinas, por lo que fueron cerrados siete locales en los que se adelantaron estas rumbas que, según cálculos de las autoridades, aglomeraron a cerca de 2.560 personas.