Circo pasa de giras por Suramérica a recorridos por los barrios humildes de Sogamoso

El siete de marzo Mauricio Torres Acero, cuando tenía todo montado, organizado y autorizado para dar inicio al show con sus 50 trabajadores de su Gran Circo, en Sogamoso se declaró el toque de queda, días después aislamiento obligatorio, ley seca y todas las medidas para mitigar la Covid-19.    

El señor Torres Acero tiene en su circo una nómina de planta de 50 personas de los cuales 10 alcanzaron a conseguir transporte para retornar sus hogares. Torres dice “el resto quedaron prácticamente a la buena mano de la caridad de la comunidad, porque somos totalmente invisibles para el Gobierno, no tenemos un auxilio del Ministerio de Cultura”.

Cuenta que los ahorros se acabaron, no tienen ningún tipo de aporte económico porque viven del ingreso de la taquilla.

Torres con su circo ha recorrido varios países de Suramérica. Tenía proyectada una gira por Boyacá, Cundinamarca y Casanare, sin embargo, no pararon y ahora brinda espectáculo desplazándose a los barrios más humildes de Sogamoso, mientras se supera la emergencia.

“Hicimos un show en el hospital, en el inicio de la emergencia, para los médicos, enfermeros y camilleros. Nos integramos con la Policía, el Ejército y la Alcaldía de Sogamoso para desplazaros a los diferentes barrios, conjuntos cerrados llevando parte del show”, explica.

El Gran Circo hace su trabajo social con niños en condición de discapacidad, de bajos recursos y personas de la tercera edad, para ello dice Mauricio Torres son maromeros. “Nos acomodamos a las circunstancias y llevamos todos los ejercicios que son de piso: la contorsionista, los payasos, el mago, el malabarista, el apuntador de tiro y los cómicos”.

Los niños han podido observar desde sus hogares el circo de manera virtual. “Lo pone frente a la pantalla, como si estuviera en el circo, le da su maíz pira y un bombum, que se divierta”, dice Rigoberto Alfonso

Don Mauricio Torres premia a los barrios que mejor se compartan en la cuarenta con espectáculos como la rueda de la muerte, el péndulo, el trapecio y a cambio reciben: “un mercadito, Bendito Dios eso se lo gradecemos a la comunidad”.