Así se prepara la basílica de Chiquinquirá para reactivar actividades en julio
Según fray Carlos Mario Álzate, rector del santuario, el próximo viernes 11 de julio deberán entregar los protocolos a la Alcaldía de Chiquinquirá.
Fray Carlos Mario Álzate, rector del santuario de nuestra señora del Rosario de Chiquinquirá, confirmó que la basílica ya se está preparando para reactivar sus actividades de manera progresiva a más tardar el 20 de julio con todos los protocolos de bioseguridad y distanciamiento social.
“A partir de este mes de julio, nosotros debemos estudiar el protocolo que nos enviaron. Debemos hacerle ajustes y lo presentaremos este viernes a la administración municipal, que en este caso es Chiquinquirá, ellos lo revisan y aprueban. Un comité nos hará una visita técnica para verificar en terreno que tengamos todo en regla”, explica.
Según el fray Álzate cuando este todo autorizado podrán abrir dentro de la gradualidad y prudencia en medio de la pandemia. “Pensaría que para el 20 de Julio, qué es un día festivo, vamos a abrir los templos de la ciudad para poder tener la certeza de que no habrá aglomeración en ninguno de ellos”.
Entre el 12 y 19 de julio los frayles dominicos terminarán de comprar y montar toda la estrategia logística que implica: lavamanos, aparato dispensador del gel, dispositivos para toma de temperatura, la demarcación en el piso y las sillas que se van habilitar.
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“Si fuéramos rigurosos en términos geométricos, dos metros de distancia en aforo, eso daría 200 personas, pero entiendo que hay una disposición de evitar aglomeraciones de más de 50 personas, entonces nos vamos a ir por lo mínimo, es decir 50 feligreses por celebración”, explicó.
Se precisó por parte del fray Álzate serán cuatro celebraciones cortas, luego la evacuación del sitio de manera ordenada y proceso desinfección para la siguiente ceremonia. “Estamos pensando, inicialmente en una misa de 12am, otras a las 4:00 pm y obviamente la de cinco de la mañana”
En la basílica habrá más rigurosidad que los centros comerciales, pues la idea de los religiosos es a través de una plataforma virtual, la gente se comunicará para inscribirse, de tal forma que se pueda concretar un aforo 50 personas.
“En el momento en que la persona llegue a la puerta lateral del templo, se verifica el listado en el computador: nombre y cédula, después se le asigna un número de ubicación y obviamente si la persona no llega, ese puesto quedará vacío”, explicó.