Judicial

Montealegre responde a acusaciones sobre chuzadas a Álvaro Leyva

Leyva fue objeto chuzada desde la Fiscalía cuando la cabeza de la entidad era el fiscal Eduardo Montealegre.

Eduardo Montealegre. Foto: Colprensa

Este viernes se conoció que la Fiscalía certificó que entre el 19 de febrero y el 11 de julio de 2013, cuando fungía como promotor de paz, Leyva fue objeto chuzada desde el ente acusador cuando la cabeza de la entidad era el fiscal Eduardo Montealegre.

El exministro Álvaro Leyva Durán, hombre clave en los diálogos con las Farc, recibió la respuesta de un derecho de petición que hizo a la fiscalía en la que reconocieron los hechos.

A las acusaciones le salió al paso el exfiscal Montealegre quien aseguró que siempre respaldo el proceso de paz "con firmeza, posición que realice por mis convicciones ideológicas, y no por “idiota útil” del terrorismo, como me califica el “criminal de guerra” Álvaro Uribe, autor por omisión, de delitos de lesa humanidad (caso del Aro y La Granja)."

"Con Álvaro Leyva trabajé (y trabajo), estrechamente por la paz de Colombia: realizamos múltiples reuniones para fortalecer el proceso; impulsé muchas de sus brillantes ideas, como la de los acuerdos especiales, que implicaban darle fuerza normativa –constitucional– a lo firmado en Cuba; cuando en el gobierno Santos, prestaban poca atención a algunas ideas de Leyva, yo las defendí públicamente, a tal punto de instaurar una demanda ante la Corte Constitucional –basada en sus argumentos– para que se blindaran los acuerdos, y se consideraran como un tratado internacional –posición que extrañamente no avaló el Nobel de la Paz–; durante mi administración y después de ella, hemos seguido explorando salidas nacionales e internacionales para que lo acordado se cumpla; hemos trabajado muy estrechamente, para recopilar las pruebas de cómo, el gobierno de Iván Duque le está “poniendo conejo” a la paz, entre muchos otros temas. De todo lo que digo, puede dar fe, mi respetado amigo Álvaro Leyva".

Agregó que, durante su administración, conjuntamente con el vicefiscal Jorge Perdomo tomo medidas contra las interceptaciones ilegales. 

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"Por ejemplo: recoger progresivamente las salas de interceptación de la fiscalía, que estaban en poder de la Fuerza Pública; crear controles muy estrictos para evitar violaciones al derecho a la intimidad; desenmascarar el espionaje del Centro Democrático a los negociadores en La Habana; oponerme, a que la fuerza pública hiciera interceptaciones legales por fuera del control de la Fiscalía General de la Nación, como lo pretendía la Policía Nacional –de esta posición, puede dar fe, el exministro de defensa Juan Carlos Pinzón–. Es más: propuse públicamente –a pesar de que Juan Manuel Santos se opuso a mi idea– quitarle a la Policía Nacional las funciones de policía judicial, por peligrosas para la democracia. Veo ahora, con profunda tristeza, que a pesar de desplegar múltiples deberes de diligencia para evitar “chuzadas”, lograron burlar las medidas."

En la carta el exfiscal solicitó, darle prioridad al caso, para establecer:

"¿Quién hizo las interceptaciones ilegales?; ¿quién las ordenó?; ¿quien o quienes fueron los destinatarios de esa información?; ¿porque lo hicieron?; ¿cuáles eran sus motivos?; ¿quiénes, al interior o fuera de la Fiscalía General, estaban interesados en bombardear el proceso de paz, que yo defendía con vehemencia? A diferencia de Néstor Humberto Martínez, yo no acudiré al tapen, tapen.Además de investigar a profundidad mi administración sobre el tema, le solicito que, extienda esas investigaciones a lo que sucedió durante la época de Néstor Humberto Martínez y el experto en derecho penal de la antigüedad romana, Fabio Espitia, para que se llegue a la verdad sobre lo siguiente: ¿es verdad, si o no, que durante esa época, se sacaron elementos de interceptación de la Fiscalía, para utilizarlos por fuera del control oficial de la entidad?; ¿es verdad, si o no, que, durante la gris administración, se hicieron seguimientos a personas con fuero constitucional?; ¿es verdad, si o no, que intentaron hacer interceptaciones ilegales, a Carlos Alonso Lucio y Vivian Morales?; hago preguntas, no afirmaciones. Resulta curioso que, con extrema rapidez, la Fiscalía de Martínez Neira, encontró las pruebas de interceptaciones al proceso de paz durante mi administración –defensor del proceso– y las excluyó velozmente en la de él –enemigo de la paz. Ah, siendo Fabio Espita, –juez y parte– quien realizó la absolución “express” en el tema chuzadas a la paz. Al estilo del escándalo navelena. Resulta inconcebible que, mientras yo daba una dura batalla por la paz de Colombia –que me ha costado muchas agresiones de la ultraderecha–, al interior de la fiscalía existían francotiradores apuntándole a las negociaciones. ¿Al servicio de quien estaban? Al mejor estilo de Juan Manuel Santos, veo que yo también tuve, caballos de troya."