JEP imputó crímenes de guerra por falsos positivos al coronel (r) Hernán Mejía
De acuerdo con estimados del tribunal, el 87% de las "bajas en combate" durante la comandancia de Mejía fueron asesinatos y desapariciones.
Como lo anticipó La W, la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) imputó crímenes de guerra y de lesa humanidad al coronel (r) Hernán Mejía Gutiérrez por la ocurrencia de falsos positivos en el Batallón La Popa. Además de Mejía, fue imputado su sucesor en esa unidad militar, el coronel (r) Juan Carlos Figueroa, quien comandó el Batallón hasta el año 2005.
La decisión abarca entonces el periodo 2002 a 2005.
De acuerdo con el tribunal especial, los dos oficiales retirados, junto a otros 13 militares como el mayor José Pastor Ruiz o el mayor Heber Gómez Naranjo, integraron una red criminal que se articuló incluso con paramilitares para presentar bajas en combate irregulares.
"La JEP determinó que los quince imputados hicieron parte de una organización criminal que se conformó dentro de la Unidad Militar a través de la cual se desplegó una conducta extendida y a gran escala para presentar resultados operacionales ficticios en los que se presentaron como bajas en combate a personas asesinadas en estado de indefensión", señaló el magistrado Óscar Parra.
Para la investigación del tribunal, existieron dos patrones criminales utilizados por los imputados: primero, el asesinato de personas que eran señaladas de integrar grupos ilegales sin información y segundo, el traslado de víctimas desde Barranquilla y Valledupar para asesinarlas en la zona de influencia del Batallón, primordialmente aquellos a quienes sus familias nunca reclamarían.
"Una de las peores formas que adquirió la práctica de asesinatos y desapariciones presentadas como bajas en combate fue la deliberada manipulación o instrumentalización de las personas con discapacidades cognitivas (...) prácticas deleznables como la limpieza social" manifestó el magistrado Parra.
La decisión de la JEP condensó un total de 127 víctimas, 75 de ellas en el periodo del coronel (r) Hernán Mejía y 52 durante el mando del coronel (r) Juan Carlos Figueroa.
Precisamente, sobre Figueroa la jurisdicción encontró que utilizó premios e incentivos con el fin de presionar el número de bajas para que el promedio continuara como lo había mantenido Mejía.