Condenan a más de 43 años de prisión a feminicida de Facatativá
Con abundante material probatorio se demostró la responsabilidad de Carlos Alberto Urbina Rojas en un hecho atroz ocurrido en octubre de 2019.
Imagen de referencia. Foto: Getty Images(Thot)
Técnicas forenses de investigación y abundante material probatorio permitieron a la Fiscalía General de la Nación demostrar la responsabilidad de Carlos Alberto Urbina Rojas en un hecho atroz ocurrido en octubre de 2019.
Luego de avalar los elementos y argumentos presentados por la Fiscalía General de la Nación, un juez de conocimiento condenó a Carlos Alberto Urbina Rojas a 43 años y 9 meses de prisión por el crimen de Juliana Andrea Molina Ulloa, ocurrido el 1 de octubre de 2019, en Facatativá (Cundinamarca).
El hombre fue declarado responsable de feminicidio agravado y continuará privado de la libertad en establecimiento carcelario.
Un fiscal seccional de Cundinamarca presentó en juicio videos, análisis forenses, testimonios y material probatorio que dan cuenta de la autoría del sentenciado en el crimen. Los registros audiovisuales evidenciaron que la mujer estuvo en el bar de Urbina Rojas. Posteriormente, salió y tomó un taxi rumbo a la casa. Luego de descender del vehículo fue abordada por el hombre, quien se movilizaba en una motocicleta.
Desde entonces, se desconoció el paradero de la joven. Dos días después fue encontrado su cuerpo con signos de asfixia, abuso sexual y quemaduras.
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En diligencias judiciales realizadas a la vivienda y el bar del hoy procesado, los peritos forenses encontraron rastros de sangre y otras evidencias, como una prenda de la joven.
Asimismo, se estableció que el lugar donde fue hallada Juliana Andrea estaba a tan solo 280 metros de la residencia del victimario. Está documentado que en este inmueble ocurrió la agresión física y sexual.
Interceptaciones a las comunicaciones de Carlos Alberto Urbina Rojas pusieron al descubierto el rechazo y la aversión permanente que expresaba por las mujeres. Incluso, en 2008 fue condenado a 14 años de prisión por acceso carnal violento.
Exactamente hace un año, investigadores del CTI de la Fiscalía capturaron al hoy sentenciado en Ipiales (Nariño), en momentos en los que pretendía cruzar la frontera hacia Ecuador. Desde entonces permanece privado de la libertad.
