Judicial

Cayó banda de trata de personas en Bogotá

Entre las víctimas había menores de edad, una de ellas fue entregada por su propia madre a la red a cambio de dinero.

Cae banda dedicada a la trata de personas en Chapinero/ Foto: Colprensa

En su lucha por proteger a niños, niñas y adolescentes de la explotación sexual comercial, la Fiscalía logró que el Juzgado 3 Penal Municipal, con función de control de garantías, impusiera medida de aseguramiento en contra de siete posibles integrantes de una estructura delictiva denominada El Engaño.

Mediante labores investigativas se evidenció que la organización se dedicaba al reclutamiento de mujeres mayores y menores de edad —principalmente en condición de vulnerabilidad—, sobre todo de los departamentos que conforman el Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío).

Una fiscal destacada para el delito de trata de personas, de la Dirección Seccional de Bogotá, con apoyo de la Sijín, logró, el 4 de noviembre reciente, las capturas de los hoy procesados: Carlos Hernán Morales Muñoz, Fredy Antonio Marín Bohórquez, Jhon Alexánder Jiménez Betancourt, Jairo Alarcón Santa, Paul Mauricio Cardona Suárez, Heitmar Fernando Espinosa Pachón y la señora S.D.P.C.

El ente acusador les endilgó los delitos de concierto para delinquir, trata de personas agravada, demanda de explotación sexual, estímulo a la prostitución de menores y pornografía con personas menores de 18 años.

En audiencias concentradas ninguno de los involucrados supuestamente en la red de explotación sexual admitió su responsabilidad.

La organización delictiva

Según lo establecido, Jairo Alarcón Santa, alias Jota, es el propietario de un inmueble en el que funciona una whiskería en el sector de Chapinero, donde al parecer se realizaba la explotación comercial de mujeres.

Este hombre, al igual que Paul Mauricio Cardona Suárez, supuestamente sostenía relaciones sexuales con menores de edad o mujeres en situación vulnerable a cambio de dinero.

Precisamente, los encargados de captar a las jovencitas o mujeres víctimas, así como de organizar los encuentros, eran al parecer Fredy Antonio Marín Bohórquez, alias Fredy; Jhon Alexánder Jiménez Betancourt, alias Alex; y Carlos Hernán Morales Muñoz, alias Caliche, quienes recibían beneficios económicos por cada mujer reclutada.

En dichas citas, les ofrecían a las menores, además de dinero, regalos e incluso la posibilidad de trabajar en el establecimiento, que según los investigados era uno de los lugares dedicados a la prostitución más lujosos de Bogotá.

Los investigadores determinaron que Heitmar Fernando Espinosa Pachón, alias Pacheli, como administrador de la whiskería era el presunto encargado de recibir y acoger a mujeres para laborar allí, y permitía la explotación de las menores de 18 años.

Por último, se conoció que la mujer S.D.P.C. al parecer recibió dinero a cambio de entregar a su hija, menor de edad, para que fuera captada y trasladada hacia el establecimiento.