Trump desautoriza al Pentágono al justificar que Turquía compre misiles rusos
Tanto el Pentágono como la OTAN, de la que Turquía es un estado miembro, han criticado esta transacción.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, echó este martes por tierra meses de trabajo del Pentágono al justificar la compra por parte del Gobierno del presidente turco, Tayyip Erdogan, del sistema antimisiles de fabricación rusa S-400 y culpar de dicha transacción a su predecesor Barack Obama.
"Él quería comprar nuestros misiles Patriot, pero no se los vendíamos... y mira que quería comprarlos", aseguró el mandatario en declaraciones a los periodistas instantes antes de reunirse con su gabinete de gobierno en la Casa Blanca.
"Así que -continúo Trump- fue y llegó a un acuerdo con otro país, Rusia, para comprarle un sistema que ni siquiera quería y es entonces cuando le decimos: «¡Ah! vale, ahora te vendemos los Patriot». Y porque compraron misiles rusos ahora no podemos venderles aeronaves valoradas en miles de millones de dólares", agregó.
Con estas palabras, Trump se refería a la suspensión de la venta de cazas F-35 a Ankara anunciada el pasado mes de junio por la cartera de Defensa, que llegó a amenazar con sacar a Turquía de la cadena de producción de esta aeronave.
Pocas horas antes de que Trump realizara estas declaraciones, el futuro secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, calificó el acuerdo entre Ankara y Moscú de decepcionante y sostuvo que Turquía puede tener el sistema de misiles rusos o los cazas estadounidenses, pero "no ambos".
En el centro de la polémica se encuentra la venta a Ankara por 2.500 millones de dólares del sistema antimisiles S-400, uno de los orgullos de la industria armamentista rusa, que garantiza el derribo de objetivos aéreos -desde cazas a misiles de crucero- a una distancia de hasta 250 kilómetros.
Tanto el Pentágono como la OTAN, de la que Turquía es un estado miembro, han criticado esta transacción puesto que los sistemas de defensa rusos no son compatibles con los de la Alianza Atlántica.
No obstante, el presidente Trump consideró que la situación en la que se encuentra Turquía "no es justa" y se mostró optimista respecto a la posibilidad de encontrar una salida que satisfaga a todas las partes.
"Dicho esto, estamos trabajando en ello. Ya veremos qué pasa, pero realmente no es justo. No es que yo tenga apego a los países, no le tengo apego a Turquía, más allá de que tengo una buena relación con Erdogan", concluyó el mandatario.