Mujer estudió derecho en la cárcel para demostrar su inocencia

LaTonya Myers, fundadora de Above All Odds, una ONG dedicada a ayudar a las personas que salen de la cárcel para que tengan segundas oportunidades, comentó en Sigue La W que “estaba de rodillas rezándole y llorándole a Dios” el momento en que decidió luchar por ella misma, estudiar leyes en la cárcel y defenderse en los tribunales para salir de las celdas.

“Necesitaba saber qué pasaba en las cortes, quería entender las leyes y me di cuenta que todo lo que pasaba era inconstitucional”, afirmó Myers, añadiendo que “me di cuenta de que quien era y quien estaban diciendo los jueces y abogados en mi contra era totalmente diferente”.

Durante esos nueve meses, Myers dijo que “busqué mi pasión a través del dolor” y encontró el oficio de abogada. “El sistema judicial y penitenciario es humano. Algunas personas se lucran de nuestro sufrimiento”, aseveró.

“Tomé la decisión de convertirme en la vocera de la búsqueda de la libertad para que muchos presos tuvieran una defensa”, relató, por lo que fundó Above All Odds (Por encima de todas las probabilidades).

Después, consiguió experiencia con los mismos jueces y abogados que querían llevarla a la cárcel. “Este sistema está roto. Los negros en Estados Unidos se ven muy perjudicados. Se roban la vida de los demás, se aprovechan que no tenemos los recursos para contratar a un abogado. Mi objetivo es ayudar a las demás personas”, finalizó LaTonya Myers.

A los 12 años fue arrestada por defender a su madre de un señor que la estaba abusando en su casa. La policía decidió creerle a él y se la llevaron. Pasó tres días tras las rejas y le dieron dos opciones: aceptar cargos e irse o declararse inocente y defender su caso en un tribunal. Decidió aceptar cargos sin conocer las consecuencias de esto. Dicha decisión condicionó su vida. Se llama LaTonya Myers y vive en Filadelfia, Estados Unidos.

Después, se hospedó con amigos que habían caído en lo mismo, en arrestos injustificados que les condicionaron sus futuros. Tuvo una serie de delitos menores. Es, en papel, un criminal convicto, lo que ha afectado su posibilidad de tener una casa, un empleo y educación.

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En otra ocasión estuvo también injustamente presa por nueve meses. Esta vez no aceptó cargos, estudió las leyes y defendió su propio caso. Durante ese tiempo ayudó a otros reclusos a defender sus casos. Salió con 10 años de libertad condicional y visitas sorpresa a su casa y su trabajo. Dice que se sentía con un pie en la cárcel y un pie en libertad.

Consiguió trabajo en la oficina de defensor público, la cual ayuda a defender a aquellos que no pueden pagar un abogado. En muchos casos que fueron a tribunal, el abogado acusador le decía que ella debía estar en la cárcel.

Después de estudiar leyes en la cárcel y de su experiencia como reclusa, quiere cambiar el sistema carcelario y ayudar a las personas que hacen parte de este. Hoy tiene una ONG llamada Above All Odds, la cual ayuda a personas que salen de la cárcel para que conozcan sus derechos y para que consigan oportunidades.