Internacional

#MiráCómoNosPonemos: la versión argentina del #MeToo

La denuncia de la actriz Thelma Fardín contra un compañero de actuación provocó una ola de denuncias por abusos sexuales en Argentina.

#MiráCómoNosPonemos: la versión argentina del #MeToo. Foto: Agencia Anadolu

#MiráCómoNosPonemos: la versión argentina del #MeToo. Foto: Agencia Anadolu(Thot)

Por: Emiliano Limia

Desde que la actriz argentina Thelma Fardín (25 años) hizo pública el martes pasado su denuncia por violación contra su colega Juan Darthés (54 años), cientos de mujeres más han acudido a las autoridades para denunciar acosos y violencia sexual.

Sin embargo, ¿por qué con esta denuncia se generó tanta repercusión si ya antes se había denunciado al mismo actor por haber supuestamente abusado de otras tres actrices (Calu Rivero, Ana Coacci y Natalia Juncos)?

La diferencia radica en que la denuncia de Fardín se hizo pública en una rueda de prensa organizada por el Colectivo Actrices Argentinas. El hecho de que el colectivo de famosas haya apoyado la denuncia, puso el tema en el centro del debate a nivel nacional y generó que muchas mujeres se sintieran apoyadas para contar los casos de violencia de género que habían vivido.

Allí, acompañada de las actrices más reconocidas de la Argentina, Thelma Fardín contó que el actor la violó en una gira teatral en Nicaragua en el año 2009, cuando tenía 16 años.

El hashtag #MiráCómoNosPonemos, impulsado por las actrices y que fue primera tendencia global, responde a la frase “Mirá cómo me ponés”, en alusión a lo que habría dicho Darthés a sus víctimas, a quienes les agarraba la mano y hacía sentir su erección.

Desde el martes, se empezó a registrar una gran cantidad de denuncias y es por eso que seguramente el 11 de diciembre de este año quedará marcado como el día en el que pudo comenzar el #MeToo en Argentina.

Las denuncias por violencia sexual en cifras

Lamentablemente en Argentina no hay un organismo público que concentre todos los datos a nivel nacional de los casos de violencia de género. Tampoco son de público conocimiento los números que registran las distintas instituciones que trabajan sobre esta problemática.

Según una encuesta de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), dos de cada tres mujeres afirmó haber sido víctima de algún tipo de acoso y/o abuso en algún momento de sus carreras. Esto demuestra que es una práctica más habitual de lo que se imagina y que se denuncia muy poco.

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos argentino posee una línea telefónica a través de la cual recibe consultas y denuncias de abuso sexual infantil. Hasta la semana pasada, el promedio de llamadas diarias era de 16.

Tras la denuncia de Fardín, ese número se incrementó considerablemente: se registraron 214 llamados, es decir, un 1240 % más. De acuerdo a estadísticas del mismo Ministerio, el 70% de las víctimas de abuso sexual infantil son niñas y el 70% de los agresores son del círculo familiar de la víctima.

Además, se duplicaron los llamados a la línea en la que se atiende a víctimas de violencia de género. De acuerdo a las autoridades, la mayoría de los llamados fueron de mujeres mayores que contaron una situación de abuso sexual que sufrieron en el pasado.

Existen registros oficiales más específicos como el Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres (RUCVM), del cual se desprende un promedio de 14 abusos diarios. El detalle es que el informe contiene casos sobre personas mayores de 14 años.

En octubre de este año, organismos gubernamentales junto a Unicef lanzaron el informe “Abusos sexuales y embarazo forzado en la niñez y adolescencia”, en el marco del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia.

Dicho documento especifica que son cerca de 3 mil las niñas y adolescentes que cada año son violentadas sexualmente y que ocho de cada 10 embarazos de madres menores de 15 años fueron consecuencia de un abuso sexual o violación.

Por otra parte, distintas organizaciones feministas que trabajan en distintos puntos del país informaron que, a partir de aquel martes, comenzaron a recibir más consultas de las que normalmente reciben relacionadas con distintos tipos de violencia de género.

¿Cómo sigue el #MeToo en Argentina?

De acuerdo a los expertos en la materia, la gran cantidad de llamadas y consultas se da por un “efecto de identificación”. Ello refiere a que la denuncia de Thelma Fardín fue hecha en un contexto favorable para las víctimas, en el que pueden sentir que van a ser escuchadas.

Es por eso también que la mayoría de las denuncias recibidas no son actuales, sino que tienen que ver con hechos sucedidos en el pasado, y algunos hace muchos años. Son casos en los que las mujeres preferían no hablar para no sufrir represalias y creen conveniente que no se supiera.

La denuncia pública de Fardín fue el empujón para que esas mujeres se sintieran incentivadas a pedir ayuda y contención, y saber que no debían tener miedo a contarlo, aunque hubiese ocurrido hace mucho tiempo.

Desde el Colectivo Actrices Argentinas aseguran que el efecto dominó recién comienza, que son muchos los casos en los que hombres en situación de poder abusaron de otra persona. Por lo que se espera que sean muchas más las víctimas que se animen a dar testimonio.

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