Más de 100 menores entre los fallecidos por las inundaciones en Sierra Leona
El Gobierno ha decretado siete días de luto en señal de duelo por las víctimas, en un país consternado por la tragedia.
Al menos 109 menores se encuentran entre las más de 300 de víctimas mortales que han dejado las inundaciones y corrimientos de tierra en zonas cercanas a Freetown, capital de Sierra Leona, informó hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta cifra podría aumentar a medida que se completen las tareas de búsqueda y rescate ya que aún hay más de 600 personas desaparecidas tras las inundaciones, que han dejado a más de 3.000 sierraleoneses sin hogar.
"La magnitud del daño no tiene precedentes. Los niños se han quedado sin hogar, aterrados y vulnerables", asegura el representante de Unicef en este país del oeste de África, Hamid El-Bashir Ibrahim.
En un comunicado, Unicef explica que ha proporcionado agua potable y saneamiento a las familias afectadas y ha distribuido suministros como medicinas, lonas de plástico y guantes ante la petición de apoyo internacional por parte del Gobierno del país.
Los equipos humanitarios de la ONU, junto con el Ejecutivo, están habilitando tanques de almacenamiento de agua para distribuirla entre las personas desplazadas y así evitar brotes de cólera, fiebre tifoidea y otras enfermedades, ya que muchos de los pozos están contaminados tras el desastre.
Las familias abarrotan estos días la morgue local para identificar y retirar los cuerpos de los suyos, y se prevé que el resto de víctimas que no hayan podido ser identificadas sean enterradas en fosas comunes.
El Gobierno ha decretado siete días de luto en señal de duelo por las víctimas, en un país consternado por la tragedia.
El área afectada por las inundaciones que comenzaron el pasado lunes en zonas de Freetown donde se habían construido numerosas viviendas ilegales, quedando muchas de ellas literalmente absorbidas por los ríos de lodo.
Fuertes deslizamientos de tierra derribaron edificios de varias plantas y al menos mil hogares han sido cubiertos de barro en las zonas más golpeadas, como el suburbio costero de Racecourse, en el extremo oriental de la ciudad, así como en Regent y Lumley, donde predominan los asentamientos improvisados.