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Joe Biden anuncia sanciones a Birmania y exige a los militares su "renuncia"

Los militares de Birmania "deben renunciar al poder tomado y demostrar respeto por la voluntad del pueblo, expresada en las elecciones del 8 de noviembre", aseguró Biden.

El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este miércoles la imposición de sanciones económicas a miembros del gobierno militar que tomó el poder la semana pasada en Birmania (Myanmar), a la vez que insistió en que los militares "deben renunciar".

Los militares de Birmania "deben renunciar al poder tomado y demostrar respeto por la voluntad del pueblo, expresada en las elecciones del 8 de noviembre", aseguró Biden en una intervención desde la Casa Blanca.

Asimismo, el mandatario apuntó la inminente imposición de sanciones esta semana.

"Identificaremos una primera ronda de objetivos esta semana, y también impondremos fuertes controles a las exportaciones", agregó Biden.

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En concreto, informó de la congelación de mil millones de dólares que el gobierno de Birmania tiene en Estados Unidos para evitar que "sean controlados por los generales".

El pasado día 2 de febrero, un día después de la asonada militar, el Gobierno de Biden ya había calificado de "golpe de Estado" lo ocurrido en Birmania y anunciado que restringiría la ayuda dirigida a las autoridades birmanas, aunque manteniendo la asistencia humanitaria a la población, incluida la que recibe la minoría rohinyá.

Desde el golpe de Estado, al menos 190 personas han sido detenidas y 19 de ellas fueron liberadas más tarde, informó este miércoles la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.

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Miles de personas a lo largo del país desafiaron el martes la ley marcial decretada el lunes por los militares en varias ciudades y distritos de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada, para manifestarse en rechazo del gobierno militar, encabezado por el general Min Aung Hlaing.

En un discurso a la nación la noche del lunes, Min Aung Hlaing alegó un fraude masivo en las elecciones del 8 de noviembre como argumento para justificar la toma del poder.

En dichos comicios, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño, arrasó, como ya hizo en 2015, la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi al imponerse en esta ocasión en el 83 % de los escaños en liza.

A pesar de la celebración de elecciones y el proceso iniciado en 2011 en Birmania hacia una "democracia disciplinada", como la denominan el Ejército -que gobernó el país con puño de hierro de 1962 a 2011-, el mando castrense mantenía todavía un amplio control sobre los aspectos políticos y económicos del país.