Funcionarios de Estados Unidos afirman que vacuna contra COVID-19 estará despolitizada
Trump insistió en que la vacuna estará disponible en un "tiempo récord" y arremetió contra Kamala Harris por haber asegurado que no "confiaría" en las promesas del mandatario
Funcionarios de sanidad de Estados Unidos afirmaron este miércoles que la posible vacuna contra la COVID-19 estará desvinculada del debate político y rechazaron anticipar una fecha para su distribución al público.
"La ciencia por sí sola será la vía en la que se tome una decisión", aseguró el director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins, durante una comparecencia ante el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, según recogieron medios locales.
La posible vacuna contra el coronavirus ha quedado en el centro del debate electoral en Estados Unidos, después de que el presidente, Donald Trump, acusara el lunes a sus rivales en los comicios de noviembre, el exvicepresidente Joe Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, de socavar la confianza del público por motivos políticos.
Trump insistió en que la vacuna estará disponible en un "tiempo récord" y arremetió contra Harris por haber asegurado que no "confiaría" en las promesas del mandatario sobre la seguridad de una vacuna si no van acompañadas de garantías de científicos.
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Collins, quien aseguró que no tomará parte en la aprobación de una vacuna a menos que lo dicte la ciencia, se declaró "cautelosamente optimista" ante la posibilidad de que la vacuna sea aprobada antes de fin de año.
"Si se hará en una fecha determinada, no podría decírselo bien, no porque no sé qué va a pasar", puntualizó el experto, lo que contradice en parte los cálculos del presidente estadounidense, quien ha llegado a asegurar que la vacuna "podría incluso (estar lista) durante el mes de octubre".
El cirujano general de Estados Unidos, Jerome Adams, descartó que exista una "politización sobre el proceso de vacunación", aunque admitió que el hecho de que haya "una pandemia única en un siglo superpuesta a una elección presidencial", hace que los mensajes sean "aún más difíciles y preocupantes".
"La vacuna será segura, será efectiva o no se aprobará", zanjó Adams, quien aseguró que incluso su familia, en caso de que salga la vacuna, se vacunará.
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El pasado 2 de septiembre se conoció que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) han pedido a todos los estados del país estar preparados para distribuir a finales de octubre o principios de noviembre una posible vacuna contra la COVID-19, en caso de que esta se apruebe.
Según informaron entonces el diario The New York Times y la cadena de televisión CNN, los CDC enviaron esos documentos el pasado 27 de agosto, el mismo día en que el presidente Trump aseguró en su discurso ante la convención republicana que esperaba contar con una vacuna antes de fin de año.
Este martes, un portavoz de AstraZeneca anunció que la farmacéutica decidió interrumpir un ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19 porque uno de los participantes contrajo "una enfermedad potencialmente inexplicable".
Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios de la vacuna en la fase 3 en Estados Unidos.