Cuarenta excancilleres latinoamericanos rechazaron proceso electoral en Nicaragua

A través de una carta varios exministros de Relaciones Exteriores de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú entre otros, manifestaron su preocupación por las elecciones en Nicaragua que llevaron a la reelección de Daniel Ortega, y la cuales calificaron como ilegitimas.

“Se realizaron en un contexto de procedimientos coercitivos, represión e intimidación de la oposición. Dicha votación no reunió las mínimas condiciones de integridad, ni cumplió con ninguno de los estándares internacionales que debe tener una elección presidencial”, dice la carta. 

Así mismo, rechazaron el arresto de políticos, periodistas y candidatos opositores por parte del gobierno de Ortega, “el Gobierno nicaragüense impuso una parodia de elección cuyos resultados se conocían de antemano y en el que 39 opositores al gobierno, incluyendo siete candidatos a la presidencia, fueron arbitrariamente arrestados. De igual manera, el gobierno eliminó a partidos rivales y criminalizó la disidencia en un proceso que empezó meses atrás. Las elecciones se realizaron sin observación electoral internacional”, expresa la carta. 

En ese mismo sentido, hicieron un llamado para que, en el marco de la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, que se realizará entre el 10 y el 12 de noviembre, los cancilleres y jefes de delegación de la OEA convoquen a una Asamblea General Extraordinaria para tomar acciones como: 

“Desconocer y condenar el proceso electoral, exigir al gobierno de Nicaragua la liberación inmediata de los 150 presos políticos, reclamar la plena vigencia de los derechos humanos, el cese de la represión y las detenciones arbitrarias; el respeto al Estado de derecho, y una salida pacífica a la crisis a través de la negociación con todos los actores políticos de Nicaragua. Así mismo, solicitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos continuar monitoreando la situación de los derechos humanos, realizar nuevas elecciones y solicitar a los organismos financieros internacionales ajustar su política a la suspensión de Nicaragua en el sistema interamericano por atropellar obligaciones internacionales fundamentales”.

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Finalmente, aseguraron que, si los países miembros de la OEA no condenan los hechos ocurridos en medio de estas elecciones, “corremos el peligro de desvalorizar el significado pleno de la democracia y de los derechos humanos como valores imprescindibles de nuestros pueblos y del Sistema Interamericano ante la emergencia de gobiernos totalitarios”.