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Brasil despliega a 3.800 soldados en la Amazonía para prevenir los incendios

El Gobierno brasileño desplegó este lunes en la región amazónica un total de 3.800 efectivos de las tres Fuerzas Armadas

El Gobierno brasileño desplegó este lunes en la región amazónica un total de 3.800 efectivos de las tres Fuerzas Armadas, que durante un mes realizarán tareas de prevención y combate a la desforestación ilegal y los incendios.

"Inicialmente, se trata de 3.800 soldados, apoyados por once aeronaves", que estarán en operaciones hasta el próximo 11 de julio, aunque ese plazo podrá ser prorrogado en función del resultado, dijo en rueda de prensa el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao.

El papel de los militares será, sobre todo, de apoyo logístico a los organismos oficiales de defensa del medio ambiente, a los que también ofrecerán una "garantía de seguridad", en especial en el combate a la minería ilegal y a otras mafias del crimen organizado.

Según Mourao, existen zonas de la Amazonía en las que operan numerosos grupos de mineros ilegales, que "en otras ocasiones han llegado a intercambiar disparos" tanto con miembros de las Fuerzas Armadas como con efectivos de diversos cuerpos policiales.

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La operación tendrá un coste inicial calculado en 60 millones de reales (cerca de 10 millones de dólares) y estará reglamentada por un decreto dictado la semana pasada, que dispone la realización de "acciones preventivas y represivas contra delitos ambientales, dirigidos a la deforestación ilegal y el combate a los incendios".

Mourao reconoció que uno de los objetivos de esta operación es "anticiparse" a los incendios que suelen consumir vastas zonas de la región amazónica a mediados de cada año, que se originan tanto por cuestiones climáticas como por la acción depredadora del hombre.

En la misma rueda de prensa, el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, dijo que la operación contará con apoyo de una serie de satélites usados para la vigilancia de la Amazonía, mediante los cuales será "orientada" la acción de los militares y los agentes de las agencias medioambientales.

Según Mourao, la operación seguirá los moldes de una similar que fue realizada el año pasado por las Fuerzas Armadas, cuando parte de la Amazonía fue afectada por los peores incendios registrados en una década, que levantaron una ola de indignación internacional por la demora del Gobierno brasileño en responder al desastre.

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El vicepresidente afirmó que Brasil "no es un villano del medio ambiente", como en su opinión fue presentado el año pasado, y dará una "respuesta firme" a los problemas de la Amazonía.

Esa posición fue reforzada en la misma rueda de prensa por el ministro de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, quien dijo que "los problemas de la Amazonía son inmensos, como la propia región", que "tiene unos siete millones de kilómetros cuadrados", en los que cabe "una Europa entera".

La operación ha sido anunciada después de que, durante los tres primeros meses de este año, la deforestación amazónica aumentó un 51 %, según datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

Esa información confirmó que la tendencia a la destrucción de la selva se mantiene creciente, pues ya el año pasado la deforestación aumentó un 85 % y arrasó 9.165,6 kilómetros cuadrados, lo que supuso el mayor nivel de devastación desde 2016.