Bolivia elige entre la continuidad de Evo Morales y un expresidente derrocado
El máximo contrincante de Evo Morales en las elecciones del domingo es Carlos Mesa, exjefe de Estado boliviano entre 2003 y 2005.
Las elecciones generales de Bolivia del próximo domingo tienen dos candidatos con amplio favoritismo en las encuestas y un pasado en común. Uno de ellos es el actual mandatario Evo Morales, que busca ser reelegido por tercera vez y extender, hasta 2025, el poder que ostenta desde 2006.
El otro candidato con altas posibilidades de ganar en la jornada electoral es Carlos Mesa, presidente de Bolivia entre 2003 y 2005, y líder del partido Frente Revolucionario de Izquierda (FRI).
Mesa conoce bien a su contrincante pues su renuncia a la presidencia, en octubre de 2005, fue provocada por unas protestas lideradas por Evo Morales contra una ley de hidrocarburos.
El líder del FRI se ha mantenido de forma intermitente unido a la política boliviana en los últimos 14 años en los que ha privilegiado una y otra vez sus actividades como periodista, historiador y escritor.
Mesa se convirtió en el máximo rival de Morales ante la división de la oposición de su país que no logró impulsar una candidatura distinta a la suya. Su figura además no genera resistencia en los sectores populares de Bolivia y en su pasado se incluyen niveles de imagen favorable cercanos al 60%.
Con ese panorama, Evo Morales enfrenta este año las elecciones más difíciles desde que llegó al poder debido al acecho de Mesa en las encuestas donde el común denominador es que si sobrevive a la primera vuelta, podría ganar en el balotaje.
El actual mandatario, además de lidiar con la competencia que Mesa le ha plantado, ha tenido que convivir durante su campaña con el fantasma del referendo de febrero de 2016 en el que su postulación a una nueva reelección fue rechazada con un 51,3% de los votos.
Morales tuvo que apelar al referendo para acceder a una nueva postulación debido a que la Constitución de Bolivia establecía un límite máximo de dos reelecciones consecutivas.
Pese a la derrota en el referendo, Evo Morales insistió en ser candidato con un recurso judicial impulsado por su partido, Movimiento al Socialismo (MAS), en el Tribunal Constitucional, que le dio el visto bueno a su aspiración en noviembre de 2017.
“Es una norma más favorable con relación a los derechos políticos”, indicó el magistrado Macario Cortez al pronunciarse sobre el fallo que abrió la posibilidad de que Morales acceda a una tercera reelección.
Desde entonces, Evo Morales ha sido criticado por no respetar los resultados del referendo y ha tenido que convivir con múltiples protestas de sus opositores en las calles bolivianas de La Paz y Santa Cruz, las principales ciudades del país.
Mauricio Jaramillo, investigador de la Universidad del Rosario de Colombia y exasesor de la Unasur, afirmó que Morales tendrá críticas si es elegido debido a su desconocimiento del referendo de 2016. Resalta, sin embargo, la capacidad del mandatario para negociar y prevé que podrá seguir adelante con su gobierno en caso de imponerse en los comicios.
“Morales ha negociado toda su vida, como líder cocalero, como congresista, candidato y finalmente como presidente. No lo veo en unas manifestaciones de autoritarismo tan evidentes, bruscas y contundentes como en el caso de Nicolás Maduro en Venezuela”, indicó Jaramillo a la Agencia Anadolu al ser cuestionado sobre posibles similitudes entre la coyuntura política de Bolivia y Venezuela.
El investigador aseguró, además, que Mesa tendría posibilidades reales de llegar a la presidencia si logra sumar los votos suficientes para forzar una segunda vuelta.
“Si Morales no logra ganar en la primera vuelta y llega a una segunda, me parece que quien tiene más chance es Carlos Mesa, porque primaría la idea de todos contra Morales como le pasó a Daniel Scioli en Argentina con Mauricio Macri hace cuatro años”, sostuvo Jaramillo.
Carolina Cepeda, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana de Bogotá, afirmó que Evo Morales tuvo el tiempo para preparar una figura política distinta a la suya dentro del MAS para garantizar la continuidad de sus ideas sin recurrir al Tribunal Constitucional para validar su candidatura.
“No lo hizo y eso va a minar su figura, y la legitimidad con la que llega al poder. Esto creo que será un problema en el largo plazo”, mencionó Cepeda a la Agencia Anadolu.
Para la profesora, Evo Morales aún encarna la victoria de los sectores sociales en Bolivia y descarta que con su rival esos intereses se mantengan.
“Si gana Carlos Mesa, creo que observaríamos un escenario similar al de otros países en América Latina cuando vuelven los gobiernos de derecha, que es básicamente tener esta idea de ‘recuperar los países’, y eso tiene implicaciones porque se trata de redireccionar políticas económicas y sociales”, aseguró Cepeda.
Al hablar del principal reto que tendrá el elegido para liderar el país de 2020 a 2025, la profesora se refirió a la diversificación de su economía. “El gran problema que tiene Bolivia es encontrar fuentes de ingreso distintas a la explotación de recursos naturales”, indicó.
Las claves de la elección
El domingo en las elecciones generales de Bolivia se elegirá al próximo presidente y vicepresidente del país, además de 130 diputados y 36 senadores para el período 2020 - 2025.
El ganador de la presidencia será la persona que logre más del 50% de los votos o un mínimo del 40% con una diferencia de diez puntos frente a la segunda alternativa más votada. En total, están habilitados para votar 7.315.364 bolivianos.