Airbus pagó comisiones a Avianca y compañías asiáticas por contratos
Las empresas estuvieron en el centro de las comisiones pagadas por Airbus para conseguir contratos, esto ha costado cerca de 3.600 millones de euros en multas.
La colombiana Avianca y varias compañías asiáticas como Air Arabia, Korean Air, China Airlines y múltiples aerolíneas chinas estuvieron en el centro de las comisiones pagadas por Airbus para conseguir contratos, que le han costado ahora cerca de 3.600 millones de euros en multas al grupo europeo.
En el documento sobre el acuerdo por el que Airbus evita una condena penal a cambio de esas multas, se detallan los elementos de prueba obtenido por los investigadores sobre las decenas de millones de euros prometidos o pagados a intermediarios y ejecutivos de esas empresas clientes para favorecer al fabricante, según aparece hoy en la página web de la Fiscalía Financiera de Francia (PNF).
En el caso de Avianca, Airbus utilizó a un intermediario comercial en Colombia, con el que entre 2006 y 2014 estableció contratos para que le asistiera en las negociaciones con esa aerolínea que el 30 de abril de 2015 formalizó la compra de 133 aviones de tipo A320neo, valorados globalmente en cerca de 15.000 millones de dólares.
Algunos de esos contratos con el intermediario contemplaban el pago de una comisión en función de los resultados, bien por avión vendido o por campaña, bien con un porcentaje del precio de venta de las aeronaves.
Las pesquisas pusieron en evidencia que a partir de finales de 2014 se barajó que una parte del dinero se abonara de forma oculta a un dirigente de Avianca al que no se identifica por su nombre en los papeles de la PNF, sino que simplemente se dice que era "un interlocutor clave en las negociaciones" por los A320neo.
En un correo interno el 25 de noviembre de ese año, un responsable de Airbus hablaba de la posibilidad de pagar por la actividad pasada 20 millones (no se especifica la moneda), de los que 5 millones serían para el directivo de Avianca, y 6 millones por el nuevo contrato, de los que 4 irían de nuevo a ese directivo.
Fue ese mismo directivo el que dos días después envió al servicio comercial de Airbus una propuesta de adquisición de 100 aeronaves, a las que se añadían otras en opción.
Una propuesta que se concretó durante la primera semana de diciembre con un viaje de altos responsables de Avianca, incluido él, a la sede del fabricante aeronáutico en Toulouse (Francia) y que dio lugar al contrato del 30 de abril de 2015.
Sin embargo, de acuerdo con los elementos a disposición de la PNF, Airbus había procedido desde octubre de 2014 a congelar el pago de esas mordidas, lo que impidió que las recibieran en el caso de la operación de Avianca aquellos a los que se las habían prometido.
Sí que se tiene constancia de pagos millonarios de comisiones en otras operaciones, como los 10,3 millones de euros que a través de una sociedad sirvieron para remunerar a un intermediario que aparentemente había intervenido ante funcionarios chinos implicados en contratos por decenas de aviones firmados en 2014.
Igualmente hay pruebas de abonos sucesivos para cumplir el compromiso de 15 millones de dólares para un antiguo dirigente de Korean Air en relación con tres contratos suscritos con esa compañía surcoreana entre 1996 y 2000.
Lo mismo ocurre con otra campaña que terminó en la venta en enero de 2008 de 14 aviones A350 a China Airlines, con opciones para otros seis, y que acarreó comisiones por una docena de millones de euros.
Airbus se declaró ante el organismo británico antifraude SFO en abril de 2016 para tratar de evitar que el descubrimiento de todos sus montajes no declarados para abonar comisiones a intermediarios terminara en condenas penales y multas exorbitantes que amenazaran su actividad o incluso su existencia.
El Serious Fraude Office (SFO) transmitió luego las confesiones del grupo europeo a la justicia francesa y al departamento estadounidense de Justicia, que son los que en conjunto le han impuesto multas de cerca de 3.600 millones de euros a cambio de renunciar a sentarle en el banquillo por corrupción.