Abogado de Alex Saab expone errores cometidos durante la detención del empresario
Femi Falana asegura que la orden de detención contra Saab se hizo a nombre de otra persona.
El abogado principal del empresario colombiano Alex Saab, Femi Falana, expuso en un documento las presuntas irregularidades que se cometieron por parte de las autoridades de Cabo Verde durante su detención y arresto.
Según el documento, el fiscal general de ese país, José Landim, reconoció que la orden de detención en la solicitud de extradición del 29 de julio de 2020 no se hizo a nombre de Saab sino de otra persona.
También resalta en el comunicado que no hubo una orden de detención válida a la Interpol ni Cabo Verde por parte de los Estados Unidos y que no existe ninguna orden de detención autorizada por ningún tribunal de ese país que respaldara la detención de Alex Saab el 12 de junio de 2020.
Además, señala que el fiscal Landim pretende que el Tribunal de Justicia de la CEDEAO pase por alto estas violaciones al derecho caboverdiano sin dar respuesta a estos errores.
El abogado Falana asegura que "el Tribunal Constitucional no tendrá ninguna dificultad en rechazar las alegaciones del fiscal general, ya que no están fundadas en derecho" (...) y que "hay casos en la jurisprudencia de varios países (incluso de África Occidental) en los que un error administrativo o un error ortográfico del nombre del acusado sirvió de base para que el tribunal retirara los cargos o para que la policía liberara a una persona."
Por otra parte, a través de una carta, Alex Saab agradeció el apoyo que le ha brindado Cabo Verde.
“Hermano pueblo de Cabo Verde, estoy muy agradecido por sus expresiones de apoyo durante el último año y especialmente esta última semana. Está claro que hay muchas cosas sobre lo que ha ocurrido durante el último año que muchos de ustedes desconocen y, si fuera por el Fiscal General, nunca se enterarían”, se lee en la misiva.
Explicó que cuando fue designado como Enviado Especial de la República Bolivariana de Venezuela en abril de 2018 su papel era “ayudar a Venezuela a superar el vicioso e inmoral bloqueo económico impuesto unilateralmente por los Estados Unidos. El presidente Maduro me confió este singular honor porque había demostrado a lo largo de muchos años que se podía confiar en mí para cumplir con los contratos del gobierno a tiempo y dentro del presupuesto. Gran parte de mi tarea consistía en establecer nuevas relaciones comerciales y financieras para reemplazar las que se habían perdido por la amenaza de las sanciones estadounidenses y el acoso directo”.
Indicó que Estados Unidos consideró eso como una evasión de las sanciones, pero en realidad “se trataba de una cuestión de seguridad y de interés nacional para el gobierno del presidente Maduro”.
También, contó que el 12 de junio cuando estaba en una misión humanitaria especial en la República Islámica de Irán, y “el avión en el que viajaba fue debidamente autorizado por Cabo Verde para aterrizar y repostar, durante estas paradas técnicas, nadie baja del avión, sin embargo, un cabo inspector llamado Natalino Correia casi me saca a golpes del avión diciéndome que había una orden de detención contra mí”.
“Pocas horas después de mi secuestro, los gobiernos de Venezuela y de la República Islámica de Irán, una vez informados, confirmaron al gobierno de Cabo Verde por vía diplomática mi condición de Enviado Especial. El Fiscal General de Cabo Verde ha esperado un año para «descubrir un error», pero aquí hay una clara evidencia de que no en un año, ni en meses, ni en semanas, ni en días, sino en unas pocas horas Cabo Verde fue notificado formal y oficialmente de un gran error y deliberadamente decidió no hacer nada”, expresó.
Recalcó que José Landim, el fiscal general, admitió que no existía ninguna orden de detención que respaldara la “supuesta notificación roja de Interpol. El documento se ha hecho público y se puede ver claramente. Esto significa que la notificación roja no tenía validez como base para realizar una detención según la legislación de Cabo Verde. Además, ninguna orden de detención fue, ni ha sido nunca, emitida por un juez local de Cabo Verde. De hecho, como también sabemos por el Tribunal de Justicia de la CEDEAO, no había ninguna notificación roja en el momento en que Natalino Corrriea subió por la fuerza a mi avión”.
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Se preguntó que “si José Landim tiene tanto interés en corregir errores graves, ¿quizás pueda explicar por qué, cuando Cabo Verde fue informado a las pocas horas de mi secuestro de que soy un Enviado Especial legalmente nombrado, no fui liberado una vez que se conoció «el error»?”.
Finalmente insistió que “la verdad es que José Landim y Ulisses Correia han sabido, desde el momento en que Natalino Correia subió a mi avión, que soy un Enviado Especial legalmente designado y que, por tanto, tengo derecho a la inmunidad e inviolabilidad”.