Las dudas sobre la estructuración del proyecto de la Regasificadora del Pacífico
En W Radio, la UPME respondió a varias de las dudas que existen sobre el proyecto que podría costar hasta 1.000 millones de dólares.
En los últimos días, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, anunció que el proyecto de la Regasificadora del Pacifico debía quedar adjudicado a finales del mes de junio. El anuncio se hizo a pesar de las críticas y poco respaldo que ha recibido el proyecto desde diferentes actores del sector del gas y energía, el cual podría costar entre los 700 y 1.000 millones de dólares.
Ante el escenario, W Radio consultó con diferentes gremios y empresas del sector, encontrando en común que todos tienen dudas en torno la estructuración del proyecto, aunque no piden que se descarte el mismo. Así, manifiestan que hay varios puntos que no cuadran, principalmente en temas de costos, financiamiento, rentabilidad y hasta la necesidad de tener una planta de tanta inversión en tan corto plazo.
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Uno de los gremios consultados fue la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía, la cual, a través de Sandra Fonseca, su directora ejecutiva, dijo en los micrófonos de W Radio que algunas de estas dudas han sido planteadas tanto al Gobierno Nacional como a la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética) sobre la definición de la regasificadora.
“Nos preocupa que no nos han resuelto o aclarado las inquietudes y aparentemente ya está a punto de ser adjudicada. La gran inquietud que tenemos es la definición del criterio de confiabilidad para saber cuándo se requiere la entrada en operación de la regasificadora, porque el criterio de posibilidad de déficit de gas no es claro; si tenemos en cuenta que se incluyan las plantas de generación térmicas que hoy respaldan a líquidos y que entrarán a gas, se requeriría con mayor prontitud, pero si no entran las plantas térmicas, entonces la necesidad de la regasificadora se aplaza en el tiempo”.
Por otro lado, Asoenergía expuso que no se ha dejado claro cómo se está manejando la reserva probada de gas y las proyecciones de la UPME. Así, aseguró que no se conocen con claridad las verdaderas reservas que tiene el país, lo cual es un punto importante para poder definir en qué momento se debe apostar por la planta en verdad.
Además, al igual que otros actores del sector, Asoenergía alertó que, en caso de que se haga la planta y no se requiera con la prontitud que el Gobierno dice, esto implicaría costos demasiados altos para la economía. De este modo, explica que se llegaría al punto de afectar la competitividad del sector, sin dejar de lado que pondría a la demanda regulada y no regulada a pagar una infraestructura que no sería necesaria.
Finalmente, desde su punto de vista, Asoenergía aseguró que, en el caso de comprobarse que se requiere la planta para confiabilidad del sector eléctrico a través de las generadoras a gas, debería ser en mayor parte esta demanda la que responda por la inversión e ingreso que se requiere para hacer la regasificadora. Eso sí, buscando que, en lo posible, no se generen incrementos en las facturas de los usuarios principalmente de la zona del Valle.
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Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) responde:
En respuesta a estas dudas, Christian Jaramillo, director de la Unidad de Planeación Minero-Energética, habló al aire en W Radio para exponer que lo que se busca con la regasificadora es, principalmente, dar confiabilidad al país.
Según Jaramillo, lo anterior quiere decir que el objetivo es que los usuarios, sin importar de qué sector sean, tengan la tranquilidad de que, cuando requieran el combustible, lo puedan adquirir sin inconvenientes. Por ende, en las medidas que ha realizado la UPME se estima que, para el año 2025, en caso de que surja un Fenómeno del Niño en que las plantas necesiten producir mucha energía eléctrica usando gas, se podría presentar una escasez de gas. Esto pondría sobre la mesa la discusión sobre a quién se le debe dar esta reserva de gas, ya que no alcanzaría para todos.
El director también se pronunció respecto a la sugerencia respecto a que, en un escenario como el descrito anteriormente, se tengan en cuenta las plantas térmicas que producen diésel. Al respecto, Jaramillo sostuvo que se está ante un proceso de transición energética y de descarbonización.
“Creo que el cambio climático es un tema bien conocido para todos y los objetivos son precisamente que la generación con diésel se minimice, porque es una generación que contamina bastante. Si esas plantas pueden producir a gas, también deberíamos tener la capacidad de abastecerlas; esa es una demanda que ha sido importante y ha ayudado a pagar el sistema de gas. Hay más de 10 millones de hogares colombianos que utilizan el gas y estos se benefician del hecho de que haya una demanda grande que ayude a difundir el costo”.
En cuanto a las proyecciones de las reservas de gas, que es una de las grandes dudas que tienen gremios y empresas para saber la verdadera necesidad de hacer la regasificadora, la UPME dijo:
“Cuando uno tiene una pequeña cantidad de gas en el subsuelo, la cantidad que uno espera extraer no es todo. Se debe hacer un estimado de cuánto es lo que resulta razonable sacar y en las proyecciones lo que utilizamos son esas reservas que, con una probabilidad mayor al 50%, se van a volver efectivamente gas utilizable. Es decir, que tienen una mayor probabilidad que un carisellazo; si nos vamos con reservas que tienen menor probabilidad, ya no es realmente un ejercicio de confiabilidad. No se está haciendo una apuesta muy segura con un gas que tiene menos del 50% de probabilidad”.
En cuanto al tiempo en que se decidirá el futuro de la planta, la UPME aseguró que se decidió aplazar el proceso de adjudicación por tres meses más para que los inversionistas puedan estudiar mejor la situación y el mismo proyecto.
Finalmente, al consultar con los diferentes sectores, se espera que las dudas que persistan puedan ser resueltas formalmente por la UPME y se dé la posibilidad de abrir la discusión sobre el megaproyecto con el fin de tomar la mejor decisión para el país y su economía.