Distrito acepta tramitar licencia ambiental para el proyecto Lagos de Torca

Aunque en La W la secretaria de Hábitat manifestó estar a la espera de un pronunciamiento de la Procuraduría para no pecar por exceso, decidió respetar la decisión de la CAR.

La Alcaldía de Bogotá decidió acatar la orden de la CAR y radicó, a través del Fideicomiso Lagos de Torca, la primera etapa del trámite de la Licencia Ambiental. Foto: Secretaría de Planeación de Bogotá

La Alcaldía de Bogotá decidió acatar la orden de la CAR y radicó, a través del Fideicomiso Lagos de Torca, la primera etapa del trámite de la Licencia Ambiental. Foto: Secretaría de Planeación de Bogotá(Thot)

La Alcaldía de Bogotá decidió acatar la orden de la CAR y radicó, a través del Fideicomiso Lagos de Torca, la primera etapa del trámite de la Licencia Ambiental para la ampliación de la Avenida Boyacá, en el marco del proyecto Lagos de Torca

En los micrófonos de La W, la secretaria de Hábitat, Nadya Rangel, había manifestado que la administración Distrital "no quería pecar por exceso" por lo que estaba a la espera de un pronunciamiento de la Procuraduría ambiental para determinar si procedía o no la solicitud de la CAR.

El trámite de esta licencia se hace para permitir el inicio de la prolongación de la Avenida Boyacá, entre las calles 183 y 235.

La CAR ha manifestando la necesidad de la licencia para este proyecto dados los efectos que pueden tener las obras sobre el medioambiente y por tratarse de una vía terciaria.

“Con la ratificación de esta decisión de la CAR, consideramos desde la Administración que el trámite de licencia ambiental, más que un permiso para iniciar la obra es una oportunidad para que podamos desarrollar la prolongación de Avenida Boyacá con el menor impacto posible en el ecosistema, producto de las medidas de mitigación que se establezcan en el marco de la licencia ambiental”, dijo esta vez la secretaria Nadya Rangel.

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En entrevista con La W, Natalia Trujillo, gerente del proyecto urbanístico, manifestó que hay preocupación entre los constructores por las demoras que esto puede generar y ante la posibilidad de que la licencia no les sea otorgada, con lo cual tendría que replantearse todo el proyecto.

Esta última posibilidad implicaría el incumplimiento de los constructores con los inversionistas y con quienes ya han comprado inmuebles, muchos de estos de interés social.

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