Teniente denuncia por abuso sexual al jefe de Inteligencia del Ejército
La teniente Jeymi Liseth Muñoz habla en La W del abuso sexual que habría sufrido por parte del general Mario González Lamprea.
Muchas páginas gloriosas en la historia militar de Colombia las ha escrito la Inteligencia. El trabajo secreto y constante de estos hombres y mujeres no siempre es reconocido porque pocos terminan enterándose de lo que han evitado. Eso por el lado bueno.
También hay que decir que todo lo que pasa con la Inteligencia tiende a estar bajo el sello de “Secreto de Seguridad Nacional” y a la sombra de eso se han cometido abusos con los recursos públicos y también con la privacidad y la vida de las personas.
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Al final, es también el arma más temida del Ejército porque conoce los secretos de todo el mundo. Y quien está al mando de la inteligencia termina siendo uno de los hombres más poderosos –si no el más poderoso– de las fuerzas militares.
Ese hombre es hoy el general Mario González Lamprea. También conocido con los alias de ‘El Profe’ o ‘Don Mario’. Porque es una vieja tradición que los hombres de Inteligencia operen bajo un nombre ficticio, una “chapa”, como dicen en el Ejército.
Pues bien, la noticia es la siguiente: El general Mario González Lamprea está denunciado por una joven teniente, hoy retirada del Ejército, por el delito de acto sexual violento.
La teniente Jeimy Muñoz, 25 años más joven que el general González Lamprea, relató en una detallada denuncia lo que –según ella– fueron actos abusivos y violentos por parte del oficial. En diálogo con El Reporte Coronell para W Radio, la teniente relató algunos detalles de la denuncia.
“Le dije que tenía cuatro tatuajes y me preguntó dónde los tenía. Luego me mostró dos que él tenía, se puso de pie y cerró la puerta. Me dijo que le mostrara el tatuaje, me puso de pie e intentó mirar debajo del vestido (...) me bajó la cremallera de la espalda y empezó a besarme a la fuerza”, relató Muñoz sobre las circunstancias de los hechos.
La teniente agregó: “Me cambiaban constantemente de puesto, no por ser mala trabajadora sino porque era mujer. Yo entiendo que el trabajo en calle es complicado porque uno siempre se tiene que enfrentar al enemigo (...) a mi novio le dijeron que me convenciera de quitarle la denuncia al coronel porque se le estaba afectando el ascenso, y que ellos nos podían ayudar a los dos”.
La denuncia fue puesta cuando González Lamprea aún era coronel, pero, aparentemente, el poder de la Inteligencia se ha hecho sentir:
- Porque el país lleva casi cuatro años sin enterarse siquiera de la existencia de la denuncia. Que ha estado silenciada.
- Porque la investigación interna disciplinaria es inútil. No se puede esperar seriamente que alguien dentro de las Fuerzas Militares, se meta con un oficial tan poderoso. En cambio, la denunciante tuvo que retirarse del ejército.
- Y lo más grave porque la Fiscalía parece haber entrado en una operación tortuga con el caso. Hay indicios de que hombres de inteligencia han interferido con la investigación. Adicionalmente, según la presunta víctima, incluso la fiscal a cargo del caso le aconsejo que no se metiera a denunciar a un hombre tan poderoso.
Como si esto fuera poco, alguien en la Fiscalía le hizo un favor invaluable a González Lamprea: el caso fue archivado temporalmente, coincidiendo con el momento en que el Congreso estudiaba su ascenso a general.
