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Quiero una condena máxima dentro de lo que se acordó: Íngrid Betancourt a la JEP

En diálogo con La W señaló que, aunque no esperaba mucho del cara a cara con los excomandantes de las Farc, sintió que aún cargan su "coraza de guerreros".

La excandidata presidencial y víctima de secuestro Íngrid Betancourt se refirió en La W al encuentro frente a frente con los excomandantes de las Farc ante la Comisión de la Verdad.

Allí y en relación con la justicia para las víctimas del conflicto, valoró que a la fecha “por lo menos” hay una imputación en contra de los máximos dirigentes de la extinta guerrilla, pero solicitó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que las penas en su contra sean las más altas posibles.

“Para nosotros el tema de la condena es muy sensible, y lo digo sin querer echar leña al fuego, que los pongan a plantar árboles sinceramente no. Yo creo que tiene que haber una pérdida de libertad en el domicilio o en la ciudad, que ellos entiendan la gravedad de lo que se cometió, espero que no nos defrauden, debe haber algo ejemplarizante”, sentenció en La W.

También se refirió a la decepción que le generó la “frialdad” de los exmandos de las Farc, en contraste con las víctimas y demás asistentes al acto quienes lloraban o se conmovían al relatar lo que les sucedió y al escuchar las historias.

Eso sí, aclaró que tampoco esperaba mucho del encuentro.

“Ellos sienten todavía una incapacidad emocional para conectarse con nosotros. Ellos no sienten, yo estaba con exsecuestrados y habíamos llorado el día anterior, pero ellos (los ex Farc) en su discurso político, peticiones al gobierno, bueno todo eso está muy bien pero no era el escenario (…) yo no vi ninguna emoción, vi frialdad”, señaló.

Betancourt también criticó puntualmente al senador Carlos Lozada, quien fue increpado por una de las asistentes al encuentro por no haber pedido perdón en el discurso que pronunció ante el auditorio.

“Eso a mí me chocó, porque le estaban dando la oportunidad de decir algo desde el alma, de salirse de su cuento preparado y de decir: miren, puede que no lo pueda decir con mis palabras, pero no logro encontrar las palabras; pero se puso a la defensiva, a mí eso me duele, estábamos con el corazón en la mesa”, manifestó.

La exsenadora rescató que al verlos frente a frente no sintió odio ni sed de venganza. Además, descartó de plano una aspiración presidencial.