¿Qué debe tener cuenta a la hora de divorciarse?

El divorcio es una forma legal de disolución del compromiso marital, que está amparado en el artículo 42 por la Constitución Política. Esta finalización del vínculo, tanto personal como económico de los cónyuges, tiene varias formas de dar fin a esta unión y cada una trae consigo sus propios efectos.

Tenga en cuenta cuáles son causales de divorcio:

• Relaciones extramatrimoniales de uno de los cónyuges (excepto que el demandante las haya aceptado, consentido o perdonado).
• Trato violento por parte de alguno de los dos conyugues.
• Embriaguez habitual de alguno de los dos.
• Incumplimiento injustificado de la responsabilidad como padres (si aplica).
• El uso y consumo habitual de sustancias alucinógenas.
• Toda enfermedad física o psíquica que ponga en peligro la salud mental o física del otro.
• La separación de cuerpos por más de dos años.
• El consentimiento de ambas partes manifestado por un juez.

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Luego de conocer las causas, existen dos maneras en el que se puede ejecutar el divorcio:

• Voluntario: Ambos conyugues concuerdan en el divorcio y llegan a un acuerdo. Podrán divorciarse ante una notaría asistiendo con un abogado y realizando el pago de derechos o en un juzgado pagando algunos aranceles y también contando con un abogado.
• Divorcio contencioso: Cuando alguna de las dos partes no desea divorciarse, se debe acudir a un juzgado de familia para tratar de conciliar. El juez competente tiene que ser al lugar de la celebración del matrimonio o el domicilio común.

En cuanto a la liquidación de bienes, si ambas partes están de acuerdo, la cuestión jurídica resulta ser sencilla. Sin embargo, cuando no se llega a un arreglo entre las partes, puede llegar convertirse en un difícil y largo lio jurídico; ya que posterior a la liquidación y separación conyugal, se procede a dividir por partes iguales todos los bienes adquiridos durante el compromiso matrimonial, así como las deudas. Es importante mencionar que uno de los dos miembros puede omitir su parte con el fin de que esta sea remitida a sus hijos, como obligación financiera que tiene con ellos.

Asímismo, este proceso se debe realizar con la presencia de los abogados de los involucrados y en la notaría para conciliar, en caso de no ser así se deberán remitir a un juzgado para que un juez determine la división equitativa de los bienes.

En caso de tener hijos, si son menores de edad la ley establece que uno de los padres debe encargarse de la custodia, mientras que la otra parte se encargará de suministrar una cuota económica para la manutención del menor hasta que este sea mayor de edad, además de la concordar las visitas tiene por derecho la madre o el padre según corresponda.

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