En los últimos días, el Centro Democrático se ha visto dividido por cuenta del fuerte y repetido reclamo que ha hecho el representante Gabriel Santos a la presidente de la Cámara, Jennifer Arias, acerca del proyecto de reforma constitucional que busca rebajar un mes de vacaciones de los congresistas. Así, con letreros en los muros Capitolio Nacional y a través de sus redes sociales, Santos señaló a Arias de ser la responsable de que se vaya a hundir por no haberlo firmado. Sin embargo, el duro mensaje levantó críticas contra el representante al interior de su propia colectividad, al punto en que no solo la Comisión de la Mujer emitió un comunicado en apoyo a Arias, sino que el expresidente Álvaro Uribe intervino y cuestionó dicho “matoneo”, en palabras suyas. Cabe señalar que la iniciativa busca que arranquen las sesiones el 16 de febrero y no el 16 de marzo, como está establecido actualmente. Es decir, en este momento el Congreso de la República sesiona durante ocho meses al año y entra en receso durante los cuatro restantes. ¿Por qué las vacaciones de los congresistas son tan largas? Se trata, precisamente, de un mandato constitucional que se encuentra consignado en el artículo 138 de la Carta Política. Así lo establece la Constitución: “El Congreso, por derecho propio, se reunirá en sesiones ordinarias, durante dos períodos por año, que constituirán una sola legislatura. El primer período de sesiones comenzará el 20 de julio y terminará el 16 de diciembre; el segundo el 16 de marzo y concluirá el 20 de junio”. Ante esta disposición, solamente el Gobierno Nacional tiene la facultad de llamar a sesiones extra para interrumpir el periodo de descanso. Por ello, en la iniciativa actual, el representante Santos ha señalado que, en un periodo tan largo, el Congreso se encuentre “maniatado y sin funcionar”. “Es penoso que el Congreso de la República no pueda sesionar, no pueda hacer control político, no pueda debatir leyes, presupuestos y demás durante tanto tiempo”, ha manifestado el representante. Inicialmente, el proyecto radicado por Santos en enero de 2020 buscaba reducir las vacaciones a la mitad, es decir: que fuera del 20 de julio al 16 de diciembre el primer periodo y del 16 de enero al 20 de junio el segundo periodo. No obstante, no alcanzaron los tiempos y ese proyecto se hundió en su momento, irónicamente, por falta de discusión.