Liliana Jiménez Molina, cacaocultora, es #UnaMujerW

Para llegar a ser la imagen del cacao colombiano en el mundo, Liliana ha cambiado muchas cosas, incluso su nombre. En países como Francia, Canadá, y Estados Unidos, la conocen como María del Campo:

“Estudié comunicación social y periodismo y durante muchos años me dediqué a ejercer mi profesión y estuve también en temas de consultoría organizacional y un día hace 8 años mi esposo me propuso que nos fuéramos a vivir al campo y hacer un proyecto de vida diferente, mucho más tranquilo mucho más en contacto con la naturaleza, y sin dudarlo le dije que sí, empezamos a ver cuáles eran las opciones dentro del sector agrícola, encontramos que el cacao era precisamente un cultivo sostenible, amigable con el medio ambiente, que podíamos producir cacao orgánico, y tomamos la decisión de irnos al Nilo, Cundinamarca a producir cacao orgánico”.

Para Liliana, lo más difícil de vivir en el campo es encontrarse con la realidad de las mujeres rurales en Colombia:

“Las mujeres rurales tienen pocas oportunidades de empleo, escasos accesos a los servicios de salud, a un modelo educativo que les permita desarrollar un proyecto de vida como ellas lo desean, no se puede pensar en acceder a una pensión en las condiciones actuales en las cuales viven las mujeres rurales en el país. Y adicionalmente lo más difícil, fue precisamente entrar en contacto con una cultura que todavía sigue siendo muy machista dentro del campo colombiano, entendiendo que no siempre va a ser así, pero que aún sigue siendo una realidad”.

Para ser María del Campo la Federación nacional de cacaoteros lanzó un concurso para elegir la mujer cacaocultora de Colombia. Entre 640 mujeres de todo el país, Liliana fue la elegida:

“Durante seis meses hicimos un proceso en el cual teníamos que responder tanto la parte de conocimiento técnico, conocimiento de la agremiación, conocimiento del mercado colombiano y también el mercado de exportación para el grano de cacao y También tuvimos que pasar todos los filtros de evaluación del perfil psicológico. Finalmente logramos llegar a la final 22 mujeres, de las 22 eligieron 10, y a la final resulté elegida como la mujer cacaocultora de Colombia, y posteriormente se hizo el lanzamiento de la marca María del campo”.

Con este nuevo nombre, María ha recorrido el mundo llevando varios mensajes:

“María del Campo ha estado en Estados Unidos, Canadá, Francia y aparte de llevar este mensaje de promoción del cacao colombiano, también está llevando el mensaje para las mujeres rurales queriéndolas inspirar a que se sigan preparando, que se sigan formando, destacando el rol de la mujer rural en el desarrollo económico del país y haciendo mucho más visible los soportes que las mujeres rurales han hecho a lo largo de la historia”.

Liliana Jiménez Molina, cacaocultora, es #UnaMujerW