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La fuerte crisis financiera que vive la Iglesia Católica

El Arzobispo de Bogotá, Monseñor Luis José Rueda, confirmó que la Iglesia Católica podría declararse en quiebra el próximo agosto.

El Arzobispo de Bogotá, Monseñor Luis José Rueda, confirmó que la Iglesia Católica podría declararse en quiebra el próximo agosto.. Foto: Colprensa

El Monseñor Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá, afirmó en Sigue La W que para agosto la Iglesia Católica podría entrar “con cifras en rojo”, puesto que “el rubro más grande de ingreso de una parroquia es de donaciones, de ofrendas en las celebraciones y diezmos”, lo que representa un 90 por ciento de los recursos.

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Durante los tres meses de confinamiento, las parroquias permanecieron cerradas. Esto generó una pérdida del 70 por ciento de los ingresos. El otro 30 por ciento se ha mantenido por “personas que han ido aportando a través de otras plataformas”. “En algunas parroquias ya la cuenta está en rojo”, aseguró el Monseñor.
Sin embargo, las diferentes parroquias “se solidarizan con otras a través de la ayuda de los obispos”. Por ejemplo, muchos de estos centros religiosos en Bogotá ayudan a los del sur, en Ciudad Bolívar, para estar al día. “Mientras no quiebre la misericordia de Dios, nosotros no quebraremos”.

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El Monseñor Luis José Rueda resaltó que esta crisis económica de la Iglesia Católica puede tener un impacto directo en las “obras sociales de la propia Iglesia que atienden la drogadicción, los comedores comunitarios, la atención a migrantes y a ancianos”. Estas obras sociales están siendo sostenidas a través de las donaciones, pero Rueda confirmó que siente “preocupación” por el futuro de estas.

Si bien las parroquias están exentas de impuestos, algunos bienes que la Iglesia Católica tiene para estas obras sociales sí cuentan con este arancel. “Tenemos, por ejemplo, una finca dedicada a la ayuda de los consumidores de drogas para su rehabilitación”, explicó el Monseñor, añadiendo que “eso no podemos venderlo porque tiene una destinación hacia estas misiones sociales”.

En esta entrevista, el Arzobispo de Bogotá pidió que “abran un poco más los Templos, con los protocolos adecuados, para recibir más donaciones con el fin de sostener estas ayudas sociales”. Y no solo por las donaciones, sino también porque “las personas necesitan estos espacios para llenarse de esperanzas y poder pasar esta situación. Sabemos la importancia de la espiritualidad”.


Si bien acudir al Banco del Vaticano sería una medida, “la Santa Sede prioriza las ayudas a países más necesitados que Colombia. Acudir a esos recursos sería quitarles a quienes necesitan una mano solidaria. Debemos gestionar (la ayuda) desde aquí”.