Iglesia Católica rechaza recrudecimiento de la violencia en el sur del país
Pide al Gobierno Nacional a concentrar aún más esfuerzos para asegurar la protección efectiva y la atención integral a las comunidades
La iglesia católica mostró su preocupación por las recientes masacres de cinco jóvenes en Cali y de ocho jóvenes en Samaniego (Nariño), asesinados brutalmente los pasados 11 y 15 de agosto.
Aseguran por medio del comunicado que estos “hechos se suman a las amenazas a personas y a comunidades, a los asesinatos de líderes sociales y de excombatientes de las FARC-EP, y a los enfrentamientos armados por el control de las rutas del narcotráfico que se han verificado recientemente en otros departamentos del país, como Norte de Santander, Chocó, y Cauca”.
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Indican, además, que rechazan categóricamente todas las acciones y formas de violencia, cualquiera que sea su origen por lo que hacen un llamado a los grupos armados ilegales y a las bandas delincuenciales al cese definitivo de sus acciones violentas y de las confrontaciones, que agravan la crisis humanitaria que se vive en el país por cuenta de la pandemia.
Piden, además, al Gobierno Nacional a concentrar aún más esfuerzos para asegurar la protección efectiva y la atención integral a las comunidades que padecen con mayor rigor las consecuencias de la violencia, así como a seguir avanzando en la implementación de los Acuerdos de Paz.