En Colombia no hay justicia que es lo que nosotros queremos: víctimas de la UP
Ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobrevivientes de la Unión Patriótica contaron el drama que vivieron por el asesinato de sus familiares.
Durante las audiencias del caso que adelanta la Corte IDH por el exterminio de ese grupo político, varias víctimas relataron las afectaciones que les generaron las muertes de sus familiares.
Gloria Mansilla, esposa del dirigente de la UP Miguel Ángel Díaz, desaparecido en 1984 en el Magdalena medio, contó las amenazas que vivieron ella así como sus hijas, el drama de levantar el teléfono ante cada llamada esperando que fuese su esposo y además las incursiones armadas de jefes paramilitares a su vivienda, en donde asegura dejaron una vez un libro de Carlos Castaño en su escritorio.
"Eran amenazas que arreciaban por etapas y mis hijas contestaban casi siempre por dos razones, una, pensando en su papá y reconozco que muchas veces yo llevé la responsabilidad de mis hijas y muchas veces no tenía con quien dejarlas y eran ellas quienes respondían en la casa", narró Mansilla.
Otra de las víctimas que contó su historia fue Consuelo Arbeláez, viuda del exdiputado de la Asamblea de Antioquia, Gabriel Santamaría, asesinado en 1989, quien aunque sufrió varios atentados previamente continuó su trabajo en ese partido político.
"Hablar esto es muy doloroso para mi porque es levantar las costras de las heridas, el recuerdo es eso, quitarse las costras de las heridas y volver a sangrar con el recuerdo", manifestó Arbeláez con la voz entrecortada.
Desde el Estado fue llevada a declarar la exprocuradora delegada ante la JEP, Mónica Cifuentes, quien aseguró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos debe darle "una oportunidad" a la JEP, porque podrá entregar justicia efectiva a las víctimas.