El escándalo por asesinato que manchó la carrera de Jorge Oñate
El fallecido cantante fue imputado por la Fiscalía por la muerte de un importante líder político.
El ‘Jilguero de América’, Jorge Oñate, murió en la madrugada del domingo 28 de febrero por complicaciones derivadas de las graves secuelas que dejó la COVID-19 en su salud, luego de ser hospitalizado el pasado 13 de enero en la Clínica de Valledupar, donde permaneció en internado en UCI. Por la gravedad de su estado fue trasladado a Medellín, el pasado 23 de febrero, para ser tratado e intervenido quirúrgicamente, pero lamentablemente perdió la batalla.
Oñate siempre será recordado en la historia de la música colombiana por su gran aporte al género vallenato, donde emprendió una constante lucha por preservarlo en su forma más clásica, y en esa pelea, fue premiado varias veces, incluso fue galardonado con un Grammy Latino en 2010. Pero su carrera se vio manchada por un escándalo por asesinato que lo involucró hasta el último día de su vida.
El cantante fue imputado por la muerte de un líder político en el Cesar, Efraín Ovalle, exconcejal de La Paz, asesinado el 25 de febrero de 2012. El nombre de ‘juglar’ apareció en el expediente luego de que cinco testigos de los hechos, entre ellos sicarios, les dijeran a las autoridades que el cantante era uno de los determinadores del homicidio.
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La Fiscalía también tiene en su poder varias interceptaciones, en las que Oñate habla con investigados, que fueron capturados en el 2014 por la Dijín. La hipótesis de las autoridades es que el crimen de Ovalle, quien era familiar del vallenatero, habría tenido motivaciones políticas. Al parecer, las diferencias entre Oñate y Ovalle habrían surgido luego de que la víctima no apoyó a Nancy Zuleta (esposa de Oñate) en su Aspiración a la alcaldía de La Paz.
En marzo de 2020, justo antes de que se declarara la emergencia sanitaria a nivel nacional, la Fiscalía reiteró su deseo de reunirse con el cantante y hasta se dijo que él se exponía a la emisión de una orden de captura en su contra.
En entrevista con El Espectador, Oñate aseguró que su vinculación en el asesinato de su primo correspondía a los deseos de terceros de “enlodar su nombre”.