El colombiano que podría arreglar la "pequeña grieta" que hay entre Colombia y EE.UU.
Luis Alberto Moreno, exdirector del BID, ha manifestado en distintas ocasiones que su servicio público ya ha terminado.
A pesar de que Luis Alberto Moreno ha insistido en numerosas ocasiones que su servicio público ya ha terminado, tras su salida de la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en donde ejerció entre 2005 y 2020, es posible que sea la persona indicada para “reparar” la grieta de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos.
Esta fisura diplomática se produjo en el marco de las elecciones presidenciales de 2020, cuando Colombia se jugó su histórica condición de aliado bipartidista al conocerse el incipiente apoyo del partido de Gobierno a la campaña reeleccionista de Donald Trump.
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Sin embargo, tras la eventual victoria del demócrata Joe Biden, esta arriesgada apuesta de política exterior ha dejado un mal sabor de boca entre ambas naciones que podría representar un alto costo para Colombia a corto y mediano plazo en temas clave como la lucha antidrogas y la relación con Venezuela.
Sin embargo, Moreno ha sido enfático en que no aceptará una candidatura presidencial e incluso se mantuvo al margen en medio de la crisis diplomática por la injerencia de Colombia en las elecciones estadounidenses.
No obstante, Julio Sánchez Cristo, director de La W, ha sugerido la posibilidad de nombrar a Moreno bajo la figura de enviado especial, con una misión específica y temporal, para hacer uso de los contactos y la respetabilidad de Moreno en el escenario diplomático.
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“¿Luis Alberto Moreno no sería un enviado especial que nos ayude a engranar la máquina?”, preguntó el director de La W.
A su turno, Alberto Casas recordó que una de las razones por las cuales la relación entre el presidente Iván Duque y Moreno sufrió un distanciamiento se dio por cuenta de la elección de su reemplazo en el BID.
Casas explicó: “Moreno consideraba que debería mantenerse la tradicional característica de que, quien estuviera allí, se conservara su condición de latinoamericano y socio del banco. El gobierno estadounidense se empeñó en que fuera un norteamericano y Colombia lo apoyó, ahí se produjo una diferencia de opiniones”.
