Demoras en El Dorado impactaron a más de 459.000 viajeros en los últimos meses
Según las aerolíneas, el Programa de Demoras en Tierra usado por la Aerocivil para gestionar la capacidad de la terminal aérea sigue siendo la principal causa de las demoras.
En entrevista con W Radio, el gerente para Colombia de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Andrés Uribe, expuso los impactos que sigue teniendo en el aeropuerto El Dorado de Bogotá el uso del Programa de Demoras en Tierra (conocido como GDP). Este se usa cuando la capacidad del espacio aéreo y de control del tránsito aéreo llegan a su límite para no poner en riesgo la seguridad aérea.
Ante el escenario, el gerente Uribe confirmó que las cifras en los últimos meses de vuelos y usuarios impactados en sus horarios por el Programa de Demoras en Tierra han sido altas.
Allí dijo: “Cuando confluyen todo este tipo de aviaciones en las horas pico, claramente saturan la capacidad que tenemos o que tiene el aeropuerto y por eso hace necesario que se corra este GDP. En los dos últimos meses hemos tenido unos 80 GDP que se han corrido, eso ha hecho que se retrasen más de 3.000 vuelos y han afectado los vuelos de más de 459.000 usuarios que vieron a sus vuelos retrasados”.
IATA explicó que la necesidad de hacer uso del programa se debe a la capacidad declarada que tiene El Dorado, la cual es del 60%. Esto se debe a que, aún por protocolos de bioseguridad y procesos de vacunación contra el COVID-19, no se cuenta con mano de obra suficiente (como por ejemplo controladores y operarios) para lograr declarar una capacidad al 100% en la terminal aérea más importante del país.
A lo anterior se suma, como en su momento lo había dicho W Radio, los diferentes tipos de aviación que debe atender el aeropuerto, las cuales hacen que se presente congestión fuera de la aviación regular de pasajeros. Entre esas aviaciones se encuentra, por ejemplo, la no regulada (aviación del Estado, la militar, ambulancias, entre otras) y las cuales, según la Asociación, tuvieron un incremento desde el pasado 28 de mayo, cuando inició el Paro Nacional.
Andrés Uribe, gerente de IATA para Colombia, resaltó que la Aerocivil ha venido tomando cartas en el asunto y que la solución sería que se aumentara la capacidad del aeropuerto a una que sea sostenible. Para esto, el Ministerio de Transporte, con la autoridad aérea, vienen trabajando en nuevo protocolo para tener los equipos completos que atiendan la capacidad real de El Dorado. También destacó que se deben tomar otras medidas adicionales, como por ejemplo autorizar en las horas pico solamente los espacios de operación para los vuelos que están permitidos para esa hora, haciendo excepciones en vuelos que sean de extrema urgencia y deban entrar a operar en horarios en los que no estaban planificados.
Seguido a esto, IATA hizo un llamado para que, siempre que se presente un retraso, los usuarios no piensen de inmediato que esto es por culpa de su aerolínea, ya que, según su explicación, hay varios puntos que pueden generar dichos inconvenientes.
W Radio indagó con la Aerocivil cuál era su postura frente a la problemática expuesta. Ante las denuncias, la autoridad aérea respondió que recientemente puso en funcionamiento el Command Center, un centro de operaciones a través del cual las empresas aéreas, el operador del aeropuerto y la misma autoridad, podrán coordinar de manera conjunta el flujo de operaciones del terminal aéreo.
Añadieron que, precisamente, uno de los objetivos principales es poder gestionar con criterios de decisión óptimos la implementación o no de los GDP (Programas de Demora en Tierra). Todo esto, agrega la Aerocivil, concertado y basado en una información unificada de parte de todos los operadores aéreos, buscando así impactar en lo menos posible la operación de las aerolíneas y a su vez los itinerarios de los viajeros.
Finalmente, IATA manifestó que esta situación debe tener una solución definitiva para que así pueda darse reactivación a un sector que antes de la pandemia generaba más de 665.000 empleos (entre directos e indirectos) y aportaba unos 10.500 millones de dólares a la economía colombiana.