¿Debería aumentarse en $93.000 el salario mínimo para 2019, como lo propone la CUT?
En Partida W, el fiscal de la CUT Fabio Arias y la directora del Movimiento Libertario María Alejandra Londoño debatieron sobre la discusión del salario mínimo para 2019.
La negociación sobre el salario mínimo entre los trabajadores y empresarios empezó, y los grandes sindicatos de Colombia ya lanzaron sus propuestas sobre cuándo debería aumentar para 2019. La Central Unitaria de Trabajadores pidió, en principio, que el incremento sea de un 12 %, es decir, un incremento de más de $93.000. De manera que el salario quede en $874.991.
El asunto llegó a la mesa de Partida W con la directora del Movimiento Libertario, María Alejandra Londoño, y el fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores, Fabio Arias.
Londoño dijo que la discusión por el salario mínimo que se da en Colombia cada fin de año es llevada hacia el campo de la lucha de clases por los sindicatos como la Confederación General del Trabajo y la Central Unitaria de Trabajadores, quienes -según ella- tienen un marcado sesgo contra los empresarios. Fue enfática en que el incremento del salario mínimo afecta a los empresarios y nuevos emprendedores, dado que como empleadores no les alcanza sus recursos para tener y contratar la mano de obra suficiente para mantener en firme sus negocios. Afirmó que sería más conveniente que los países no tuvieran salario mínimo decretado por los Estados, para que no se le impusieran límites para la generación de empleo en el que se ayuda al trabajador a costa del empresario.
Por su parte, Arias argumentó que el Estado colombiano siempre ha estado del lado del sector privado en las concertaciones con los trabajadores para definir las alzas al salario mínimo cada año. Calificó como "carreta neoliberal" las tesis de su contraparte, pues -para él- incrementar el salario no genera desempleo ni inflación. Señaló que el problema del desempleo y la desigualdad que existen en Colombia son responsabilidad de la mala redistribución de la riqueza que queda en pocas manos, debido a que los gobiernos en el país les han delegado la responsabilidad de estar a cargo de cuánto se aumenta la cantidad de dinero que devenga la fuerza laboral.