Claudia Blum protestó ante Gobierno de México por maltrato a colombianos en Migración

En diálogo con La W, el alto funcionario confirmó que el pasado martes 9 de marzo la canciller Claudia Blum le envió una carta personal a su homólogo mexicano, en la que le expresa la gravedad de la situación que viven los colombianos al ingresar a ese país.

• Recomendamos: Colombianos inadmitidos en México denuncian que son tratados como delincuentes

Sin embargo, no entregó mayores detalles “por respeto a esa comunicación diplomática”.

“Es un tema gravísimo, por supuesto lo entendemos, pero quiero resaltar que el número de colombianos que usualmente llegan a México por diferentes razones se acerca a más de medio millón cada año y lógicamente la inadmisión de algún colombiano nos preocupa, y más si va con denuncias de presuntas violaciones de derechos humanos. Cada denuncia tiene una respuesta, no se quedan en el aire”, señaló.

Y agregó que de los 600.000 colombianos que viajan al año a México, 4.500 fueron inadmitidos el año pasado.

Lea también:

• Joven denuncia maltratos en zona de migración de México “por el hecho de ser colombiano”
• “Estuve en un calabozo por ocho horas e incomunicado”: colombiano inadmitido en México

“Ha habido progresos, hay una mesa de trabajo que sigue funcionando y nuestro equipo de asuntos consulares se reúne con las autoridades mexicanas permanentemente, tenemos reuniones con el comisionado de Migraciones”, señaló.

Finalmente, dijo que el cónsul en México “casi que pernocta los fines de semana en el aeropuerto” tratando de apoyar a los colombianos.

----------------------------------

COLOMBIANO CONTÓ CÓMO SU LUNA DE MIEL SE CONVIRTIÓ EN UNA VERDADERA PESADILLA 

Miguel Echeverry narró ante los micrófonos de W Radio que después de salir a disfrutar de la actividad nocturna de Cancún, un taxista le cobró el doble por un corto recorrido.

Al negarse, llegó la Policía y fue llevado a un calabozo, donde fue objeto de maltrato físico e incluso amenazado de muerte por los uniformados. 

Desesperada, su esposa trató de conciliar con los policías, quienes se burlaron de su desesperación y le exigieron más de 150 dólares por la liberación de su esposo. Después de insistir en que no tenía más dinero, fue ingresada al calabozo con su esposo.

Horas después, la dejaron salir para que fuera al hotel por 300 dólares más y así autorizar la salida de Echeverry. 

Antes de salir, el juez de la comisaría los obligó a firmar unos papeles y les advirtió que, si leían el documento, se quedarían en el calabozo para siempre.