Casos de agresiones policiales que están en la impunidad
En Sigue La W hablamos con las familias de jóvenes que fueron asesinados y en los que están involucrados miembros de la policía.
Con la muerte del abogado Javier Ordóñez, en la que están involucrados dos uniformados de la Policía, en Sigue La W hablamos con los familiares de siete jóvenes que murieron a manos de miembros de esta fuerza y cuyos casos aún siguen abiertos.
Uno de los casos más recordados por los colombianos es el del joven Diego Felipe Becerra, quien fue asesinado el 19 de agosto de 2011 en Bogotá y que ya ha dejado una condena. Su padrastro, Gustavo Trejos, señaló que el proceso se ha visto afectado en varias ocasiones porque los jueces o personas "traban" su curso. Aunque hay 21 involucrados y una condena contra el patrullero Wílmar Alarcón, a quien un juez declaró culpable por homicidio, el caso sigue muy lento.
También estuvo la madre de Alejandro Oliveiro, Mariela Pérez. Su hijo murió en Soacha hace siete años y señaló que "hay mucha impunidad" en el caso que involucra a dos policías en la muerte de Alejandro, además que, con los hechos ocurridos en los últimos días, mira "impotente" porque la Policía está para cuidar, pero recalcó "no toda la policía es mala, no se puede señalar a todos, hay buenos y hay malos". Mientras tanto, el caso todavía sigue a la espera de ser resuelto.
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Junto a ellos habló Ceferina Guardó, madre de Juan David Guardó, quien murió a los 17 años cuando una bala le arrebató la vida. En el caso de su hijo, relató que "no ha pasado nada" y que un Coronel, que estaba involucrado, fue absuelto y su clamor constante es "justicia". Por otro lado, los familiares de Paula Torres, argumentaron que el caso de su hija sigue impune: "le pegaron y hay 21 policías involucrados por acción y por omisión", tampoco se ha avanzado en este caso, por lo que se unió al llamado de los demás padres: justicia.
Pero, sin duda, uno de los testimonios más duros fue el de la mamá de Dylan Cruz, el joven que fue impactado por un proyectil lanzado por un miembro del Esmad durante las protestas del 23 de noviembre de 2019 en el centro de Bogotá. Alejandra Medina dijo que en el caso de su hijo "no ha pasado nada, no nos apoyan". Señaló que no está de acuerdo con que la Justicia Penal Militar tenga el caso porque no van a sancionar a los responsables y su llamado fue contundente: "no es justo que la justicia los ampare".
Otra voz que se sumó fue la de Claudia Arboleda, madre de Anderson Arboleda, un joven en Puerto Tejada, Cauca, quien fue agredido en su cabeza por uniformados de la estación de Policía de ese municipio. Afirmó que los policías "no están para agredir, sino para cuidar (...), no son todos malos, pero que me digan la verdad de lo que pasó porque ellos me dicen que saben quién fue". Finalmente, Érika Muñoz, esposa de Cristian Cabanzo, contó que todavía sigue pidiendo la exhumación del cuerpo de su esposo, ya que la Policía no le permite hacerlo y que, en vida, él recibió amenazas por parte de uniformados. Por lo que su voz también es de justicia.
Estos casos aún siguen abiertos ante la justicia y, además de la relación que tienen todos con la policía, el clamor es que se agilice la búsqueda de los responsables y no queden en la impunidad.