Capacidad de producción de oxígeno no es ilimitada, advierte la ANDI
El gremio hace un llamado al autocuidado y manifiesta que las plantas de oxígeno del país están operando al 105% de su capacidad y trabajando 24/7.
La Cámara de Gases Industriales y Medicinales de la (ANDI) indicó que, aunque la producción de oxígeno en Colombia ha logrado suplir los picos anteriores, reitera que la capacidad de producción de oxígeno no es ilimitada, al igual que los vehículos para moverlo por todo el país, y los tanques, cilindros y concentradores para suministrarlo a los pacientes.
“En caso de que otras ciudades, como Bogotá y Cali, sigan aumentando en número de contagios y demanda de oxígeno se requerirá hacer una distribución del gas a las IPS, pero con el objetivo de no dejar ninguna desabastecida”, manifestó Ingrid Marcela Reyes Rey, directora ejecutiva de la Cámara.
El gremio está trabajando en conjunto con el Gobierno y autoridades en salud en soluciones como importación de oxígeno, puesta en marcha de plantas de producción de oxígeno en sitio a pequeña escala en clínicas y hospitales, protocolos de uso racional del oxígeno, y campañas de sensibilización para que los pacientes en casa devuelvan a las empresas de gases los cilindros y concentradores de oxígeno tan pronto sean dados de alta.
Y es que para afrontar el reto de atender a miles de pacientes en este acelerado tercer pico de pandemia, las plantas de oxígeno del país están operando al 105% de su capacidad y trabajando 24/7.
En febrero de 2020 el consumo de oxígeno nacional se encontraba en 330 TPD (toneladas por día) y en abril de 2021 esa demanda se ha elevado a 575 TPD, lo que representa un incremento del 74%.
La Cámara también indicó que la prioridad es cumplirles a los pacientes ante la alta demanda que se registra, principalmente en regiones como Atlántico y Antioquia, en las que algunas IPS ya se encuentran demandando de siete a diez veces más oxígeno del habitual.
“Ello ha requerido enfocar el recurso humano, técnico y logístico disponible, a dichas zonas desde el centro de Colombia, con trayectos de cerca de mil kilómetros por carretera y recorridos de dos a tres días, sorteando dificultades geológicas, climáticas y cierres de vías por situaciones de orden público o en mantenimiento como es el caso de La Línea”.