El próximo 27 de marzo se cumplen once años de la desaparición y asesinato de Jairo Zapa Pérez, exdirector de la Oficina de Regalías de Córdoba. Su familia y la comunidad continúan exigiendo justicia, denunciando la impunidad que rodea el caso y pidiendo la recaptura de dos condenados que lograron escapar.

“Nosotros, los familiares y la comunidad cordobesa, no podemos olvidar esta trágica y tormentosa historia que alteró la tranquilidad de muchas personas trabajadoras, honorables y talentosas de la región”, afirmó Fausto Zapa Velásquez, padre de la víctima.

Un crimen con vínculos políticos y económicos

Jairo Zapa tenía 36 años cuando fue víctima de una desaparición forzada tras ser drogado durante una reunión en Montería. Cinco meses después, sus restos fueron hallados en una quebrada cercana a la finca del padre de Alejandro Lyons, quien era gobernador de Córdoba en ese momento.

Según la familia, el asesinato fue ejecutado por un exintegrante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), bajo órdenes de un determinador que, a su vez, podría haber seguido instrucciones de poderosos actores políticos y económicos.

“Mi hijo presentó resistencia, se negó a firmar documentos que permitieran saquear los dineros públicos de las regalías”, denunció Zapa Velásquez. “Por eso, le tendieron una celada, lo drogaron y lo desaparecieron”.

Reclamo por justicia y transparencia

A pesar de las condenas impuestas, dos responsables del crimen lograron escapar, sin que hasta la fecha se haya ofrecido una explicación clara sobre su fuga.

“Es indignante que, después de tantos años, las autoridades sigan sin dar respuestas. ¿Cómo es posible que dos condenados se fuguen sin ninguna justificación ante la opinión pública?”, cuestionó el padre de Zapa.

La familia ha elevado su clamor a organismos nacionales e internacionales para que intervengan y garanticen justicia. “¡Basta ya! No queremos más impunidad ni revictimización”, exigió Zapa Velásquez.

“Las autoridades deben hacer su trabajo y ponerle un punto final a este caso”.

Dos de los condenados continúan prófugos de la justicia. Se trata del excontratista Jesús Henao Sarmiento y Zuan Naiduth López Acevedo, compañera sentimental del confeso asesino Joicer Hernández.